"Tendremos hoteles con piscinas inutilizables pero más grave es la sequía", explica el Govern
Se contemplan además multas de hasta 150.000 euros para quien infrinja la normativa
Era la crónica de una muerte anunciada, aunque aún estaba por ver los términos en los que se expresaba Patricia Plaja, portavoz del Govern de la Generalitat de Catalunya, tras los últimos días en los que la sequía parecía no dar tregua a la comunidad.
De esta manera, el decreto ley que el Govern tenía entre manos iba a ser claro y muy tajante una vez que la cuenca del Ter-Llobregat, que involucra a las provincias de Barcelona y Girona, bajara por debajo de los 100 hectómetros cúbicos almacenados.
Considerada la medida última para pasar del estado de presequía, la cifra supone la toma de decisiones que, de manera directa, van a afectar al turismo en estos primeros compases de la primavera. Entre las medidas que el Govern va a tomar es la de restringir el uso del agua en 202 municipios de las provincias de Barcelona y Girona, incluyendo una decisión drástica respecto al agua para su uso recreativo.
De esta manera, el Govern ha prohibido el uso de las duchas de playa, que quedarán sin suministro hasta nueva orden, y también prohibirá el llenado de piscinas de uso privado en esos 202 municipios, entre los cuales se encuentra la propia ciudad de Barcelona, lo que supone un tremendo varapalo para las intenciones turísticas de muchos de los hoteles de la capital catalana.
Solo se contempla, al menos de momento, una excepcionalidad para el llenado de piscinas privadas: que se abran como refugios climáticos. De esta manera, tanto hoteles como particulares que vayan a abrir sus piscinas al público podrían llenarlas.
Las piscinas privadas como refugios climáticos
Es lo que ha explicado la portavoz del Govern, Patricia Plaja, en una declaración pública, contemplando el escenario en el cual "una piscina podrá ser declarada refugio climático si se considera imprescindible para reducir el efecto de las altas temperaturas". Además, ha puntualizado que puede tratarse tanto de piscinas públicas como de titularidad privada.
El concepto de refugio climático es, además, complicado. Esta denominación va a depender de lo que valide el ayuntamiento donde se encuentre el establecimiento, como podría ser un hotel. En tal caso, incidía Plaja, "quien no contrate una desaladora privada no podrá abrir la piscina", tal y como aparece en Boletín Oficial del Parlament de Catalunya.
Todo figura en el decreto ley que se ha publicado el martes 16 de abril, en el cual se menciona también que podrían ser refugio climático las piscinas de "un club deportivo, de una comunidad de vecinos, de un hotel o un camping".
Multas de hasta 150.000 euros para quien rebase los límites de consumo
En un sentido parecido, la decisión del Govern también añade más matices a la situación de sequía que se está viviendo en buena parte de Cataluña. Por eso, el decreto también advierte de una hipotética limitación de agua a los turistas en "los municipios que acumulen tres meses consecutivos de superación de los umbrales". En tal caso, los ayuntamientos tendrán que tomar medidas para obligar a los establecimientos turísticos a cumplir con las restricciones.
De esta manera, los límites de consumo se estiman en 115 litros por plaza hotelera en fase de excepcionalidad, 105 en fase de emergencia y 90 litros en fase de emergencia dos. Una decisión que por vez primera implica la limitación del consumo de agua en el sector, marcando esos límites obligatorios en aquellos municipios que superan el consumo de 200 litros por habitante y agua.
También se contemplan posibles sanciones que irán desde los 10.000 hasta los 150.000 euros, en función de la gravedad de los incumplimientos de los límites de consumo.
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