La Feria de las Calabazas Gigantes de Sidamon (Lleida) reúne ejemplares de como poco 400 kilos: así es la fiesta
Como en el cuento de la Cenicienta, en el que la calabaza se convierte en carroza, existe un pueblo en Cataluña en el que las calabazas que por este pasan son realmente gigantes y tal es su magnitud que son motivo de una fiesta a su alrededor.
Estas hortalizas se organizan en torno a la Feria de las Calabazas Gigantes de Sidamon (el 17 de septiembre), una localidad de la provincia de Lleida cuyo certamen es de lo más particular y donde las protagonistas son estas, las cucurbitas, en sus variantes mayores.
Se trata de ejemplares muy delicados, sobre todo en tiempos de elevadísimas temperaturas como la era actual, y para cuya consecución se innova año tras año en lo que a sistemas de riego se refiere.
Esta espectacular calabaza es muy vulnerable a los virus y bacterias y, si bien crece de forma muy rápida y exuberante, una mínima bajada de las temperaturas puede afectarles rápidamente.
15 kilos al día
Aparte de su tamaño final, lo impresionante de estas calabazas es su ritmo de crecimiento que, como no puede ser de otro modo, avanza a pasos de verdadero gigante.
Pese a un interior muy delicado, estos ejemplares no surgen en un día, sino que ya crecen de manera rápida, especialmente en mayo y en junio. Cuando las temperaturas son las ideales crecen cada día, pudiendo alcanzar la friolera de 15 kilos diarios.
De hecho, este fenómeno se puede apreciar a simple vista, y aunque no es poca cosa, hay también récords en crecimiento diario, con 28 kilos de aumento en un solo día en el caso del cultivador navarro Rubén Mendi, conocido como El rey de la calabaza en redes sociales.
No en vano, Mendi ha sido cinco veces campeón de España en el cultivo de los ejemplares más gigantes, con piezas por encima de los 1.000 kilos. En concreto, 1.157 kilos, la más grande que se ha cultivado nunca en el país.
Registro internacional
Los ejemplares más grandes se inscriben en el registro internacional Great Pumpkin Comonwealth (GPC). Esta entidad tiene la misión de cultivar calabazas gigantes y otras frutas gigantes en todo el mundo mediante el establecimiento de estándares y regulaciones que garantizan la calidad de la fruta.
La GPC también se encarga de garantizar la equidad de la competencia, el reconocimiento de los logros, el compañerismo y la educación entre todos los productores participantes.
Una fiesta en auge
De una primera a segunda edición esta fiesta ha crecido tanto en paradas como en número de cultivadores, llegados tanto de Catalunya como de Aragón, Valencia y otros puntos de la Península. Para todos ellos, el cultivo de estos ejemplares supone un reto evidente, pues aparte de conseguir estas dimensiones, con el cambio climático es mucho más difícil cultivarlas.
En realidad, este tipo de calabaza es una hortaliza difícil de cultivar con altas temperaturas, y se trata de un producto delicado porque requiere de condiciones especiales para llegar a ejemplares superiores a los 300 kilos.
Básicamente, en esta población de Lleida exhiben calabazas gigantes que hasta sobrepasan los 600 kilos, lo mismo que los primeros coches 600. Sin embargo, estas calabazas gigantes también tienen pesos de a partir de 400 kilos, lejos de la calabaza de récord de 800 kilos del cultivador ‘Poti, el maestro’, uno de los grandes cultivadores junto a Salvador Mogas, vecino de Santa Maria de Palautordera.
El organizador de esta fiesta leridana, Sergi Balcells, es un apasionado de estas hortalizas más otoñales, y es también el concejal de fiestas de esta localidad, que aspira a consolidar su celebración.
El destino de las calabazas
Estas calabazas que metafóricamente podrían resolver el hambre en el mundo, o al menos contibuir a alimentar muchas bocas, tienen un destino final, y no es el de compartirlas entre varios.
Según explica El rey de la calabaza, aunque estas son comestibles, se trata de ejemplares muy líquidos, y para cocinar son preferibles los ejemplares más pequeños.
Por ello, algunos de los cultivadores como es su caso, se dan de comer a los animales, como vacas y ovejas, para que puedan disfrutar también de este manjar de humanos.
Gabinete de curiosidades
Esta fiesta es, también, un gabinete de curiosidades, pues en el encuentro se pueden ver también todo tipo de objetos hechos a base de calabazas de todas las medidas y formas, y hasta se encuentran piezas artísticas.
En concreto, se talla una escultura en directo in situ de la mano de la campeona de Europa en la materia Judit Comas.
Rivalizando con las calabazas
Pero las calabazas gigantes no están solas en este surrealista mundo. Como si de una secuencia de Alicia en el país de las maravillas se tratara, también afloran en este encuentro los girasoles gigantes, en concreto un ejemplar enorme de cuatro metros de altura.
Y para más fantasía, también sandías de dimensiones desproporcionadas, gigantes a su manera, dando la sensación de que los seres humanos somos en realidad los enanos.
Este es un concurso relativamente nuevo, ya que apenas acaba de celebrar su segunda edición, pero su espectacularidad permite pronosticar una larga vida instagrameable a esta cita otoñal que acaba de celebrarse.
Paquete de 10 semillas, semillas de calabaza gigante del Atlántico (Cucurbita maxima)
Fotos | Great Pumpkin Comonwealth/Facebook y Carbasses Gegants Sidamon/Instagram.
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