En qué se diferencian los pasteles de nata portugueses de los Pasteles de Belém

Popularizados también en España desde hace unos cuantos años (especialmente gracias es un supermercados como Lidl y Mercadona), los pasteles de nata portugueses son seguramente el gran dulce del país vecino que más conocemos en España. Sin embargo, es bastante posible que más de una vez hayas visto pasteles de nata y pasteles de Belém, y pienses en las diferencias que puede haber entre uno y otro dulce.

Sobre todo, te va a extrañar ver que esencialmente son lo mismo: una masa de hojaldre, un relleno a base de yema de huevo y azúcar, que se cocinan en un horno hasta que la parte de abajo está crujiente y la parte de arriba está ligeramente tostada, con un color parecido al de la crème brûlée francesa o al de la crema catalana.

Popularizado por todo Portugal, los pasteles de nata portugueses son uno de los souvenirs gastronómicos más habituales en cualquier visita al país luso. No importa nacionalidad o turista, que raro es el sitio donde no vayas a escuchar o ver a algún extranjero, probar o llevarse unos cuantos pasteles de nata para su país de origen.

Tampoco deja de ser curioso que el bautismo de pasteles de nata para un español de entrada nos pueda parecer extraño, ya que realmente relleno de estos típicos pastelillos esa base de yema de huevo (como explicamos antes) y no a nivel lácteo, pero al final es una cuestión idiomática para definir la crema pastelera.

Aunque entorno, los pasteles de nata, hay un mito muy extendido sobre cuántas personas conocen la receta (según la leyenda, solo siete personas conocen como se hace), la realidad es que la fórmula está replicada por decenas de obradores en todo Portugal.

Sin embargo, hay una realidad evidente: los pasteles de nata son diferentes de los pasteles de Belém. ¿Por qué? Pues porque lo segundo son una marca registrada de un elaborador muy concreto (en teoría, el primero que fabricó los pasteles de nata) y lo hizo en un obrador muy cercano al monasterio de los Jerónimos de Belém, a las afueras de Lisboa, que es el lugar que dan nombre a los pastelillos desde la década de 1820 cuando se fundó Casa Pastéis de Belém. En ella, además, se supone que se recuperó la receta original que inventaron los monjes

Al ser una marca comercial, como podrían ser Coca-Cola o Martini, ningún otro elaborador puede utilizar el concepto pastelillos de Belém o pasteles de Belém para referirse a sus creaciones y deben poner el nombre genérico pasteles de nata.

¿Son muy distintos? Pues la realidad es que no, va en gustos como todo, pero lo cierto es que las diferencias entre los súper clásicos pasteles de Belém y algunos de los pasteles de natas de Portugal son mínimas y solo es cuestión de que nos gusten más unos u otros.

Imágenes |

En DAP | Por qué el 'pastel de nata' portugués se ha puesto de moda casi dos siglos después de su invención

En DAP | Las mejores recetas portuguesas de bacalao