El resort de Menorca que se ha convertido en una Expo universal de la gastronomía: 24 restaurantes para encandilar a cualquier turista

Son 24 los restaurantes y bares que aloja Lago Resort, un complejo turístico en Cala'n Bosch, al sudoeste de la isla y a escasos 10 kilómetros de Ciutadella. Allí, desde hace más de dos décadas, la familia García Montaner ha ido conformando un puzzle hostelero y hotelero que ahora, tras un poderoso restyling, reposiciona su vocación gastronómica.

Para ello, tres tenores de la cocina internacional, muy conocidos en Madrid, con los que Lago Resort da un do de pecho culinario, como explica Lucas García Montaner: "queríamos traer a la isla un tipo de cocina que no estaba presente, o al menos que no estaba presente con calidad".

Casi como un Florentino Pérez de la hostelería, Grupo Moga —el acrónimo detrás de los apellidos de los protagonistas, todos familia— ha decidido invertir en hosteleros de renombre para convertir el hotel en mucho más que un resort al uso.

Eso no quita que, como se ve en su propia web, Lago Resort aún mantenga parte de esos locales de aspecto playero con los que abastecer a la disparidad de públicos que aquí se alojan. Ahora, curiosamente, más españoles —desde que dieron forma a un ecohotel que, explican, es ideal para parejas—.

Menorca no es Ibiza (y no quiere serlo)

Sin embargo, buena parte del grueso del turista sigue siendo británico. "Aunque está cambiando y vemos cada día más holandés, más francés o más italiano", explica García Montaner, poniendo nombre a ese cambio de ciclo que, matiza, "sigue teniendo mucho de británico".

Para elevar el tono: nombres propios en paulatinos desembarcos, demostrando que Menorca empieza a palpitar de una forma distinta en lo gastronómico. ¿Lo necesitaba la isla? Quién sabe. Lo cierto es que Menorca permanecía, en cierto modo, muy eclipsada a la hora de hablar de restaurantes si se compara con sus hermanas baleares.

Evidentemente, Menorca no es Mallorca. Tampoco Ibiza, de la que siempre ha buscado un cierto distanciamiento por tipo de turismo y de público. No obstante, a principios de los años 90, Menorca también pudo haber sido una Ibiza. Distintas crisis y cambios políticos lo impidieron, dejándola como la más intacta de las grandes islas.

Eso no quita que, por ejemplo, haya un tipo de público que quiera salir de la caldereta de langosta o de los arroces. Puede haberlo, evidentemente, y es a esa diana a la que Lucas García Montaner apunta con sus cocineros estrella.

Mimbres japoneses de Michelin

Son tres los años que el estrella Michelin Julián Mármol lleva 'afincado' en Menorca a costa de Godai, el primero de la terna de cocineros estelares que Grupo Moga ha convocado para levantar su propuesta.

Galardonado desde 2015 con un florón Michelin en Yugo The Bunker (Madrid), este cocinero autodidacta ha hecho de la cocina japonesa su pasión y su devoción. Bajo ese mismo paraguas, explica, "deseaba hacer una cocina muy japo y muy purista, pero con el producto de Menorca".

Eso significa que sus grandes éxitos madrileños en Godai no están. Por contra, es el mar balear el que aquí suele llevarse todas las miradas, incluyendo la langosta. Lo cual no significa que no haya márgenes para la tierra, como en la gyoza de vaca menorquina.

Basándose en esa despensa náutica balear, también deja que entren en juego la sardina, la lubina o la gamba roja, dando lustre a preparaciones que van del nigiri al su mai o al usuzukuri.

El paso menorquín del, probablemente, mejor chef peruano en España

Hemos hablado en otras ocasiones del chef Omar Malpartida, que desde hace varios años luce un sol Repsol en el restaurante Maymanta, en la vecina Ibiza, enclavado en otro de los estandartes pitiusos como es el hotel Aguas de Ibiza.

Por eso, a Malpartida no le suena extraño volver a tener cabida en un hotel. Tampoco a García Montaner, que buscaba con el fichaje del peruano una cocina que "no estuviera todavía representada en la isla". Por eso, los intentos de Grupo Moga no van a replicar conceptos que ya existan dentro de Menorca, sino a "cubrir necesidades de restaurantes que aún no existen".

Sin embargo, hay que insistir que Kaypa —como se llama el peruano de Malpartida dentro de Lago Resort— no es Maymanta. Ni por carta ni por pretensiones. Más informal y más para compartir entre varios, Kaypa permite disfrutar de clásicos con los que Malpartida lleva varios años seduciendo al público balear y que el madrileño ya conocía de su etapa en Tiradito.

¿Alta cocina? No, ni se pretende, sino que deja que platos como la causa limeña, la croqueta de ají amarillo, los anticuchos, el ceviche o el lomo saltado sean los que demuestren —una vez más— que Malpartida tiene más que cogido el pulso al público español con su cocina peruana.

La conquista del Sudeste asiático

Bajo los parámetros de cocinas que aún no hubieran aterrizado en Menorca, Lucas García Montaner tenía claro que había que, además, "buscar a los mejores". El runrún de la cocina tailandesa en España quizá no tenga el predicamento de otras gastronomías orientales, más representadas. Sin embargo, tiene una estrella clara: la de Emilio Carcur y sus restaurantes Thai Garden.

Padre del restaurante Thai Garden, el primer gran tailandés de Madrid —primero en Paseo de la Habana y luego en Jorge Juan—, Carcur es quizá el referente más poderoso de esta cocina que, con Thai Garden by Arena Beach, se replica en Menorca.

No a imagen y semejanza de Thai Garden Madrid —ahora en la calle Añastro—. Tampoco de Diamantes de Sal, la mesa para ocho que Carcur tiene en el barrio de Chamberí, sino con un, explica Carcur, "con ese alma de street food tailandesa".

Un reto para él, pues, explica, "se trata de la primera vez que puedo hacer algo mucho más thai porque es una isla y un lugar paradisíaco". Así conforma Thai Garden by Arena Beach con platos que "deben tener ese alma de calle" como sucede con el sticky rice o con los distintos tipos de curry, desde el amarillo al verde, pasando por el massaman.

Un Disneyworld de la hostelería

Lago Resort debe entenderse, principalmente, como indica su apellido: resort. Y eso implica que haya una oferta hostelera acompasada a todo tipo de públicos y perfiles económicos, aunque se esté pretendiendo elevar la propuesta poco a poco.

También, basándose en ese aprendizaje, Grupo Moga ha sabido escuchar a esos clientes que han pedido subir un poco el nivel, tanto en el tipo de cocina como en la forma de entender al público, creando espacios adult only dentro del complejo y en determinados restaurantes.

¿Significa eso que Lago Resort no sea un espacio global? Pues no, porque también deja margen a que haya otras alternativas más asequibles y/o familiares en las que hay pizzas y pastas, platos tex-mex o rodizios al estilo brasileño.

Junto a ello, otro lugar imprescindible que hace de lo menorquín su bandera como es Aquarium. Uno de ellos está en la propia Ciutadella, enclavado en pleno puerto, y es el lugar ideal para dejarse tentar por arroces y calderetas, o por platos de langosta.

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