Restaurante Ateneo. Cocina, bar y club en la sede del histórico Ateneo de Madrid

Hoy os voy a hablar del restaurante Ateneo, situado en las instalaciones de cafetería de la prestigiosa institución donde ahora se puede disfrutar de su cocina, su bar e incluso de una zona club donde tomar copas.

Seguro que muchos habéis oído hablar del Ateneo de Madrid, una sociedad fundada en 1835 en plena época liberal, donde tantos intelectuales de todos los tiempos han estudiado, debatido y disfrutado de la cultura. Allí tuvo su despacho Manuel Azaña --aún se conserva-- y su magnífica biblioteca es digna de un rodaje de una película de Harry Potter.

Según nos contó Juan Manuel Pérez, que dirige esta explotación, los gestores del restaurante procedentes de alguna de las franquicias de la cadena de restaurantes La Alpargatería, han conseguido la concesión del espacio, para llevar tanto la cafetería y organización de la parte de restauración de los eventos del Ateneo como para atender al público en general.

Aunque en principio su intención fue dedicarse a la cocina italiana, dada su experiencia por la gestión en La Alpargatería, los propietarios y el chef han hecho evolucionar la carta hacia una cocina moderna y de calidad en la que ya prácticamente no quedan platos italianos.

El local y su decoración

Aunque se puede acceder por la entrada de la calle del Prado nº 21 por la puerta del Ateneo, el restaurante está situado en la calle Santa Catalina 10, desde donde se entra directamente al local por la zona del bar y club de ginebras.

Después una decoración sobria y elegante deja paso a las distintas salas y espacios donde se puede comer cómodamente en pequeñas y cómodas mesas eligiendo entre sillas o sofás. Si no hay mucho público, es posible que os enseñen el acceso al Ateneo, la magnífica escalera y sobre todo la Biblioteca que merece una visita por sí misma.

La carta

El restaurante del Ateneo cuenta con un menú de temporada para mediodía, a un precio supercompetitivo de 14,90 euros y por otro lado, también ofrece una carta no demasiado amplia en la que podréis comer a un precio medio de 35 euros por persona.

Cuando estuve almorzando en este restaurante la semana pasada, aún quedaban unos días para que terminara el verano y como eramos dos a comer, quisimos probar un poco de todo y compartir. Nuestra comanda consistió en unos entrantes, un plato principal para cada uno y un postre.

Como entrantes probamos las croquetas de jamón y de chipirón, -interesantes estas últimas--, el cebiche de pulpo y mango con pimienta y cilantro, que me gustó mucho y sobre todo un delicioso foie gras micuit servido sobre gelatina de violeta y cubierto con semillas de fruta de la pasión.

Como platos principales pedimos el bacalao que sirven sobre un salmorejo que estaba perfecto de punto, y una hamburguesa con cobertura de queso y cebolla caramelizada, --también muy rica--, que sirvieron acompañada de un cucurucho de patatas fritas. De todas maneras, me gustó más el bacalao que la hamburguesa, quizás porque estaba más hecha de lo que habíamos solicitado.

Para los postres, nos ofrecieron el llamado la Fábrica de chocolate, que era un bizcocho tipo brownie de chocolate con varias texturas y otro llamado Citrus, un cremoso postre de limón acompañado de un bizcocho roto. Como novedad, también nos dieron a probar un vasito de gelatina de coco con kiwi y almíbar de ron, algo dulce para mi gusto, pero muy ligero.

En resumen, todos los platos me parecieron correctos y bien elaborados y con un precio bastante ajustado, por lo que merece la pena acercarse al Restaurante Ateneo para disfrutar su cocina en un entorno tan cargado de historia que lo hace muy atractivo.