Hacía tiempo que tenía ganas de visitar el Restaurante el Babero, y probar su alta cocina de mercado, pero hasta hace unos días no había tenido ocasión de acercarme a conocer este restaurante ubicado en la zona norte de Madrid, en el barrio de Las Tablas.
Mi amigo José N., cliente habitual del local me había hablado del sitio y me convenció para ir juntos a comer aprovechando su amistad con la dueña del local, Cuchy Pérez, que con ayuda de su equipo de cocina y sala, dirige este interesante restaurante al que volveré de nuevo en breve con mi mujer, ya que salí muy contento.
El espacio y la decoración
El comedor da a un amplio ventanal que ilumina la sala con luz natural. Las mesas, con una capacidad total de hasta sesenta comensales están distribuidas con gusto y buen espacio para cada comensal. La sensación es de amplitud.
El local fue decorado por Rocío Muñoz que ha sabido distribuir el espacio aprovechando la luz y dando un colorido divertido a las sillas. Una barra al fondo separa la cocina de la sala, de forma eficiente.
La carta
El Babero tiene una carta divertida, distribuida en tres capítulos: Empezamos, con los entrantes, Seguimos, con los platos principales y Terminamos con los postres, y además un apartado llamado la cuchara de Cuchy con el plato de cuchara que hayan preparado cada día.
Además, es costumbre que haya unos cuantos platos fuera de la carta que con buen hacer, recomienda el jefe de sala, muy atento y muy conocedor de su trabajo y de la carta. Cuchy, la dueña está también en el local y sale a recibir a los clientes, charla con ellos e incluso, si los conoce, se sienta en la mesa y comparte conversación, si le dejan sus obligaciones en la cocina o en la sala.
Es frecuente encontrar a famosos comiendo allí, según me dice mi amigo José y curiosamente, nada más sentarnos, coincide que llega un conocido cocinero madrileño, a quien saludo pues ya nos conocemos de hace tiempo.
Ya estamos con los aperitivos cuando llega al local un famoso exjugador de baloncesto, que se sienta en la barra mientras espera la llegada de su grupo, formado por conocidos periodistas deportivos y otros amigos. Y según me dicen, esto es muy habitual ya que numerosos futbolistas y otros deportistas frecuentan este restaurante.
Los platos
Comenzamos el festín con unas croquetas que hicieron de aperitivo mientras iba llegando el resto de la comanda. Continuamos con un tartar, también con la cerveza del aperitivo y por fin, una pequeña cazuelita con las famosas lentejas, que venían acompañadas de una rodaja de morcilla. Buenas para calentarnos con el frío de este mes de enero y deliciosas, justificando la fama que les precede.
A continuación, uno de los platos estrella, la tortilla de huevos camperos con trufa y coronada de caviar. Realmente espectacular. Me preguntaron que cómo la quería, y dije que muy poco cuajada, --"que se salga el huevo"--, y como veis, me hicieron caso. Un plato que estaba de diez.
Para continuar, pasamos al segundo plato. Probamos dos tipos de carne, por un lado un impresionante tataki de vaca vieja acompañado por una deliciosa mousse de hongos, --este no estaba en la carta pero nos lo recomendaron-- y por otro, un lomo alto de ternera gallega de calidad espectacular, que además venía acompañada de unas patatas fritas en su punto.
Las raciones tanto de los entrantes como las de las carnes eran muy abundantes y habrían dado para tres personas perfectamente. De todas formas, por suerte ese día estábamos dos buenos carnívoros sentados a la mesa por lo que pudimos acabar con todo, con calma.
Ya estábamos llenos por lo que decidimos compartir un solo postre. En concreto pedimos una tarta casera de queso, cuajada en frío que estaba buena, aunque no tanto como la carne o la tortilla que estaban en otra división.
Para otro día, queda pendiente volver al restaurante el Babero, para probar los pescados, tanto los dados de merluza de mamá o los chipirones de la yaya que figuran en la carta y me dicen que valen la pena. Así tengo una buena excusa para regresar, como decía, esta vez acompañado de mi mujer.
Restaurante el Babero
Paseo de San Millán de la Cogolla, 14, 28050 Madrid Tel Reservas 917 50 68 52 Precio medio 50 euros por persona
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