El restaurante La Alpujarra acaba de cumplir 25 años, siendo una de las tabernas andaluzas de Madrid. Su excelente barra, -especializada en frituras, jamón y marisco-, y el restaurante famoso por sus pescados y aperitivos, mantienen una calidad que hace de este lugar una buena opción para comer bien en la capital.
Hace unos días revisité este restaurante, al que hacía tiempo que no acudía, y salí contento con la calidad de los platos y el servicio de los encargados de sala, tras realizar un curioso "viaje en el tiempo" en un local que desde hace tantos años ha sido referencia en la barra y en su amplio salón.
Espacios y decoración
Además de la barra y el salón con gran capacidad, (más de 200 personas), el local cuenta en el exterior una terraza, que debe ser muy agradable en primavera y a la que se podría sacar un gran partido, acondicionándola y decorándola para hacerla más actual. Desde la calle, apenas se percibe la existencia de la terraza que bien potenciada, podría ser uno de los atractivos de esta taberna andaluza.
El interior, decorado con arcos y motivos arabescos que recuerdan a la Alhambra granadina, sigue igual que hace 25 años, siendo quizás el punto débil de este local, que agradecería una reforma o una actualización de su mobiliario y decoración. Cambiar las sillas, actualizar las vajillas o dar un retoque a la decoración, sacaría más partido a este impresionante local.
El menú de la Alpujarra
Los aperitivos y entrantes
Comenzamos con unos aperitivos, uno de los puntos fuertes de La Alpujarra: Deliciosas las habitas, presentadas con chopitos y cebolla caramelizada, una compinación excelente y muy bien ejecutada. Magníficos también los matrimonios de anchoas y boquerones rebozados, crujientes, bien hechos, que aún resultando un plato tan clásico, sigue funcionando estupendamente cuando está tan bien preparado.
Otro fantástico entrante es el huevo frito con chanquetes resulta glorioso, siendo una ración bien abundante y para mí, muy original. Resulta delicioso al probarlo, tras romper el huevo y mezclarlo con el pescaíto crujiente.
Muy buenas también las berenjenas, que podrían haberse preparado en cualquier lugar de Córdoba, ya que están crujientes, cremosas en su interior y sin grasa, pero se presentan acompañadas de un salmorejo que no está a la altura, pues tiene textura de gazpacho, muy líquido y no cuenta con la cremosidad tradicional de este plato.
Los platos fuertes
Para los platos fuertes, podemos elegir platos de carne como el entrecot, también platos de caza o algunos arroces, pero mi acompañante y yo nos dejamos aconsejar por el personal de sala, que nos recomendó probar la lubina a la sal, que nos sirvieron con una guarnición de fritura de verduritas crujientes y patatas panadera.
El pescado estaba perfecto de punto, y me pareció muy interesante que lo presentasen en la mesa en su costra de sal, preparando las raciones y sirviéndolas a la vista de los clientes. Además resulta un punto muy comercial ya que otros comensales que no han decidido qué plato principal pedir, se animan al ver la ejecución y maestría del personal que resulta muy profesional.
El postre
Para terminar el menú, probamos una tarta de chocolate con textura de mouse, decorada con un physalis y unas tiras de chocolate laminado, que puso un broche excelente a una buena comida. El café, que también es importante, estaba bastante bueno.
En conclusión, La Alpujarra sigue siendo un lugar interesante para comer bien en Madrid, que los clientes habituales siguen frecuentando, conocedores de la calidad de su cocina de producto y de la buena mano en la elaboración de los platos tradicionales de la casa.
Mejorando el salmorejo para hacerlo conforme a los cánones y modernizando un poco la decoración, las sillas y la terraza, conseguirían también atraer a clientela más joven que estoy convencido que si se animase a entrar a este restaurante, también quedaría encantada con sus elaboraciones.
Restaurante La Alpujarra
Plaza del Perú 4, Madrid
Tel reservas 91 345 50 12
Precio medio 45 euros
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