Restaurante Tepic. La esencia de México en la mesa

Hoy quiero hablaros de un pequeño restaurante Mexicano. El restaurante Tepic pone a sus visitantes la auténtica esencia de México en la mesa sin caer en los clásicos tópicos Tex-Mex, ofreciendo una cocina tradicional mexicana que gustará a los comensales.

Cuando visité este restaurante, situado en una pequeña calle de Madrid, no sabía lo que me aguardaba. A priori, podía ser el típico restaurante Tex-mex o un restaurante mexicano de verdad, con las más auténticas recetas mexicanas.

En cuanto se acercó Ángel "el chaparrito" con los dos margaritas, acompañados de los sopes de crema de frijoles y las gorditas de panuchos, ya sabía que estaba a punto de tener una cena memorable, como ahora veréis.

El local

Tepic es un local pequeño dividido en dos pequeñas salas. El espacio está bien aprovechado aunque la barra no se utiliza y quita espacio para alguna mesa más. La decoración es sencilla y la iluminación algo escasa y colorida en tonos rojizos, lo que afectó a las fotografías de los platos.

Las mesas son amplias y las sillas son cómodas. El estilo es moderno, y no concuerda demasiado con el estilo del local y de la comida que allí se ofrece, que es muy clásica. La combinación es agradable, ya que puedes estar en un cómodo y moderno lugar, disfrutando de la cocina tradicional mexicana.

El servicio es muy atento y profesional, explica perfectamente los platos y sabe responder a las preguntas que hago. A la petición de más salsas picantes o un cambio en el tipo de hielo que viene con el margarita, me responden perfectamente, con suma amabilidad.

Los platos que probamos

Cuando fui a visitar Tepic, tenía la esperanza de probar los tamales, típicos de la fiesta de la Candelaria pero por desgracia no los habían preparado y me quedé con ganas. Sin embargo salí encantado de todo lo que probé. Comenzamos con unos aperitivos de queso y flor de calabaza.

Venían acompañados de las salsas de chile guajillo a la parrilla y la salsa de chile serrano y finalmente, la salsa roja picante de chile de árbol. Nos las explicaron debidamente y las usamos con mesura, disfrutando de su calidad.

Como entrantes, habíamos pedido las gorditas de panucho de cochinita pibil y los sopes de crema de frijoles, estupendas de sabor y muy abundantes. Después le llegó el turno a uno de los platos que nos recomendaron, la tinga de pollo con frijoles, pollo desmenuzado, queso crema y aguacate.

Aunque era un plato con muchos ingredientes mezclados, la combinación resultaba interesante. El último entrante fue el de las flautas de chicharrón, rellenas de flor de calabaza y envueltas en queso cocinadas a la plancha. Esta elaboración nos gustó bastante, sobre todo porque no resultó grasienta pese a que el paso de los quesos por la plancha.

Por fin llegaron los tacos al pastor, elaborados con carne adobada, cilantro, piña y cebolla, que habíamos leído en algunas crónicas que eran la especialidad de la casa. Estos tacos al pastor se elaboran en un "trompo".

Según nos explicaron, el plato se prepara de forma similar a los asados en kebab ya que se colocan las carnes adobadas formando una especie de "trompo" de la que se va cortando la carne para elaborar la carne al pastor.

Se sirve con los tacos en una cajita para mantenerlos calientes y con la guarnición de piña y cebolla para que uno se ponga lo que quiera. Para estos tacos nos recomendaron una nueva salsa elaborada con chile chipotle, que iba estupendamente.

Me gustó que las salsas picantes se sirvan aparte y no dentro de los platos, para que cada uno pueda dosificarlas en función de su gusto y su tolerancia y que no se limitasen a poner las salsas en la mesa, sino que nos recomendaran los usos y platos indicados para cada una.

Los postres

Aunque los postres no se elaboran en el local, me contaron que se los preparan de forma artesana para ellos. Probé unas crepas de cajeta, --similar al dulce de leche pero realizado con leche de cabra-- y un maravilloso Pastel Tres leches, húmedo, jugoso, una auténtica delicia.

En resumen la visita al restaurante Tepic me gustó, para disfrutar de auténticos platos de México, que además recorren gastronómicamente distintos puntos de la geografía del país azteca, ofreciendo variedad y buen hacer. Me pareció un lugar muy agradable y discreto, idóneo para cenas en pareja.