Son varios años los que el restaurante Rocacho, autodefinido como asador contemporáneo, lleva sentando cátedra desde el número 38 de la calle Padre Damián.
Allí, en una de las zonas nobles de Madrid, las carnes y pescados a la parrilla han llevado la voz cantante de una cocina que llegó avalada por ser uno de los primeros restaurantes en lucir en la capital las carnes de El Capricho, uno de los templos carnívoros por excelencia, en la localidad leonesa de Jiménez de Jamuz.
Sin embargo, Rocacho puede ser uno de esos restaurantes en los que llegas por las carnes y te acabas quedando también por todo lo demás. Ajeno a dinámicas de dinner shows y efectos especiales, la propuesta ha ido vinculada al producto y al respeto en la parrilla, pero también a cierta creatividad de la que se encarga el chef Jairo Soria, que ha sabido conjugar tentaciones curiosas en una carta donde todo es reconocible.
Desde sus rocachos —buñuelos de bacalao con tinta de calamar— a las croquetas de gamba roja, pasando por la ensaladilla o la lasaña —también con gamba roja—, Rocacho es un restaurante que ha hecho de un cierto aire mediterráneo su leit motiv. Mimbres que ahora replica con su hermano gemelo.
En plena plaza del Marqués de Salamanca, otro de los epicentros de negocios madrileño, Rocacho Plaza ha abierto sus puertas para, con mimbres parecidos: chuletas, pescados y arroz, mucho arroz. Pero no solo con el concepto festivo que parece hemos convertido en tradición española y que imposibilita que los arroces puedan ser individuales.
Distribuidos en paellas unipersonales, Rocacho Plaza expande los horizontes paelliles a un mundo donde también, en cuestión de media hora, puedas dar cuenta de un arroz negro o de alguna de sus especialidades, como el arroz con carabineros o la también clásica paella valenciana sin tener que andar compartiendo.
"La intención es que tú te puedas comer un arroz bueno, sin tener que esperar un momento especial, cualquier día", explica Carlos Lucas, uno de los socios de Rocacho. "Es uno de los platos fuertes del restaurante, tanto en Padre Damián como aquí, y siempre habíamos notado que hay una demanda individual para este tipo de platos", confiesa.
Una realidad que con Rocacho Plaza materializan finalmente, también apostando por un concepto más rápido, pues el espacio se distribuye entre mesas altas y un salón, así como una amplísima terraza —tanto abierta como acondicionada— que se abre sobre la plaza del Marqués de Salamanca.
Más marcado por un carácter ininterrumpido que su 'hermano' de Chamartín, que podemos calificar como más clásico en cuanto a horarios, Rocacho Plaza representa un formato de hostelería más dinámico, abriendo a mediodía y posibilitando una carta que se puede disfrutar también por las tardes con platos fríos, embutidos —incluyendo la cecina de El Capricho— y que también abre la veda a que se pueda comer bien en apenas 45 minutos.
Rocacho Plaza
- Dónde: Plaza del Marqués de Salamanca, 9. Madrid.
- Horario: de lunes a domingo de 12:00h a 00:00h.
- Precio medio: 55€.
- Reservas: 919 14 84 44 y en su página web.
Imágenes | Rocacho Plaza
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