En una sana rivalidad local entre Tobarra y Hellín, el sudoeste de la provincia de Albacete se sumerge en ruidosos rituales de tambor al compás de la Semana Santa, que llena ambas localidades de viajeros y fervor, casi a partes iguales.
Ensordecedora, la tamborada de Tobarra comienza a las cuatro de la tarde del Miércoles Santo y termina a las 12 de la noche del Domingo de Resurrección, cumpliendo con eso el mayor tiempo de toque de tambor de España con 104 horas de redobles ininterrumpidos.
Un hito que gira en torno a las cuadrillas, vistiéndose con túnicas de distintos colores, y que hacen sonar al compás sus tambores y bombos en una fiesta que también integra a los niños en sus propias tamboradas.
Aparte de la percusión, si caemos por Tobarra en Semana Santa, hay otro peregrinar que no debemos perdernos si nos gusta comer bien y no es otro que el que marca La Cocinilla de los Totoni (Av. Reina Sofía, 6), un bar familiar en el centro de la localidad, donde se bordan algunas de las especialidades regionales de la cocina de Castilla-La Mancha y donde se cocina mucha casquería.
Morro frito, lomo de orza, conejo al ajillo, mucha parrilla y muchas recetas con cordero suelen presidir una carta diaria donde, si hablamos de primavera, también tiene un nombre propio: los caracoles serranos y las cabrillas, que aparecen por doquier en los momentos más lluviosos de la primavera.
Aquí lo habitual es hacer caracoles en salsa –o cabrillas, que es otra especie– con un toque ligeramente picante pero muy sabroso de los que invitan a chuparse los dedos o a mojar pan hasta que no quede nada en el plato.
Imágenes | La Cocinilla de los Totoni
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