Con apenas 2.000 habitantes, Ezcaray multiplica su población por 10 en invierno y verano
Famoso por sus lanas, este municipio conserva un encanto medieval arquitectónico, pero también trazas de la Edad Moderna
Son más de 100 los años que la familia Paniego lleva dando el callo —y dando callos— desde el ya legendario Echaurren. Situado en Ezcaray, uno de los pueblos más bonitos de La Rioja, Echaurren es uno de los templos nacionales de la casquería por obra y gracia del chef Francis Paniego, además de ser también parada obligada para amantes de las croquetas.
Sin embargo, no todo va a ser comer en Ezcaray. Con una estética medieval y de la Edad Moderna, este tranquilo pueblo riojano es además nacionalmente famoso por las famosas mantas de Ezcaray. Convertido en pueblo lanero por excelencia desde hace siglos, sería en el siglo XVIII cuando experimentarse un boom económico con la creación de la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara.
El negocio, fomentado por las ideas de la Ilustración, no fue un rotundo éxito, pero hoy el edificio —convertido en albergue juvenil ya en el siglo XX— es uno de los grandes reclamos arquitectónicos de Ezcaray.
Muy cerca, la Iglesia de Santa María la Mayor, un edificio que se puede calificar como único, pues sólo existe una iglesia edificada en estilo gótico aragonés en La Rioja. Levantada en el siglo XVI, la iglesia presenta una planta típicamente románica —sobre la que fue erigida—, pero los detalles del gótico aragonés, muy influenciado por el arte mudéjar, son notables en los vanos de la construcción con arcos ojivales muy decorados y con frisos también de impronta mudéjar.
No obstante, no es la única construcción sacra relevante, pues a las afueras de Ezcaray también destaca una pequeña ermita dedicada a Santa Bárbara, hacia la que se peregrina en romería el lunes de Pentecostés. Sin embargo, el patrón de Ezcaray es San Lorenzo, celebrando el 10 de agosto las fiestas mayores del pueblo, coincidentes también con uno de los momentos de más efervescencia popular.
Además, también hay varios testimonios de arquitectura palaciega en Ezcaray, la mayor parte de ellos datados de los siglos XVII y XVIII, coincidentes con esa explosión económica del pueblo. Es el caso del Palacio de los Azcárate, así como el palacio del Obispo Barroeta o el denominado Palacio del Ángel, vestigios mudos del antiguo esplendor de Ezcaray.
Conocido también por su festival de jazz, Ezcaray es además un pueblo con una notable actividad deportiva, marcada por la cercana presencia de la estación de esquí de Valdezcaray, una de las más concurridas del sistema Ibérico. Además de la temporada de nieve, las instalaciones de la estación, enclavada en la Sierra de la Demanda y cerca del pico San Lorenzo posibilita un turismo activo donde el senderismo es especialmente relevante en otoño y primavera.
Imágenes | iStock
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