Sergio Nieto dirige Casa Martín 1920, establecimiento que fundó su abuelo hace ya más de un siglo en plena Plaza de España
Ingeniero técnico agrícola de profesión, Sergio Nieto no era muy feliz en su trabajo. Tras pensárselo detenidamente, decidió abandonarlo y marchar al pueblo donde nació su madre, a Grazalema, preciosa localidad de la serranía gaditana. Allí volvió para dedicarse a lo que realmente le gusta, haciendo de su afición, los vinos de Jerez, su oficio. Para ello regresó al local que su bisabuelo, Pedro Organvidez, había abierto como cafetería en 1920, y que desde 1956 fue regentado por sus abuelos, Isabel y Martín con la denominación de Bar de Martín. Sergio lo abrió en 2018 con el nombre de Casa Martín 1920. En plena Plaza de España, el otrora ingeniero encontró la felicidad.
Bar, taberna, abacería, tabanco… Casa Martín se presta a casi cualquier denominación, pero lo que está claro es que se trata de un lugar al que conviene ir sin prisas, disfrutando del ambiente. El flamenco, siempre presente, ameniza la estancia en un negocio que cuenta con algunas mesas en el exterior, y una sala decorada con carteles y otros elementos que cuentan la historia que por allí ha pasado. Además, muchas botellas de vino y la nevera repleta de quesos y otros productos que los clientes pueden comprar.
Porque en Casa Martín 1920 no hay cocina. El estilo es de taberna antigua, pero con vajilla personalizada, elaborada por su esposa, María Hidalgo, y la madre de ésta, Montserrat. Los vinos jerezanos son los protagonistas, con bodegas como Fernando de Castilla, Cayetano del Pino, El Maestro Sierra o González Byass. Para comer, productos de la Sierra de Cádiz y del resto de la provincia.
Qué podemos comer en Casa Martín 1920
Destacan los quesos de La Pastora, elaborados con leche de la famosa cabra payoya, además de ibéricos de Grazalema y otros productos fríos. Del mar, conservas de Herpac (Barbate) y el atún de Petaca Chico. ¿O es que en la Sierra no se puede comer buen atún? Sergio lo sirve en sashimi y tartar, servidos en uno de esos llamativos platos artesanales.
Con los molletes pequeños de Grazalema, prepara los martinitos, rellenos de carne mechá o queso semi curado y aceite de oliva virgen extra, atún ahumado de Barbate, morcilla de Grazalema o sardinas. Y a pesar de no tener cocina, sí que hay tostas calientes, como la de chicharrones Jabugo, queso artesano fundido y orégano, y cazuelas calientes de barro, con pisto ecológico, huevo de campo y queso de cabra payoya.
Pero, más allá de la comida y la bebida, hilo conductor de todo lo que allí pasa, Casa Martín bien merece la visita por las atenciones del anfitrión. Sergio es uno de esos taberneros antiguos que saben aconsejar, escuchar, charlar, y callar cuando es preciso. Por su barra pasan personas mayores de Grazalema que le cuentan historias de los tiempos en que sus abuelos regentaban el local, y eso es algo que a él le apasiona. Un tesoro que almacena para difundir entre su clientela.
Grazalema siempre merece una visita. Y entre paseo por la Sierra y cualquier otra actividad por la naturaleza, hay que buscar un hueco para reponer fuerzas. Hay sitios de calidad para hacerlo, y Casa Martín 1920 es uno de ellos, recogiendo entre sus paredes el encanto de lo añejo revestido de actualidad.
Casa Martín 1920
- Dónde: Plaza de España, 18. Grazalema (Cádiz)
- Horario: cierra el lunes y el domingo por la tarde.
- Precio medio: 20€.
- Reservas: 645 38 20 55
Imágenes | Casa Martín
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