Las imágenes idílicas y a menudo algo falseadas de playas de Tailandia inundan las redes sociales en materia de viajes. El país asiático lleva tiempo siendo un destino de moda y cada vez más masificado para el que tenemos alternativas tan o más atractivas mucho más cerca, incluso dentro de España. Pero hay un lugar en nuestro continente que se está ganando el sobrenombre de la Tailandia europea, está en Albania y es perfecto para los amantes de la naturaleza.
Hablamos de Lumi i Shales, el río Shala en albanés, un cauce de aguas dulces que desemboca en el lago Koman (Liqeni i Komanit), situado al norte del país, un lugar algo remoto pero que está ganando popularidad entre los viajeros que buscan especialmente alejarse del ajetreo de las ciudades y las multitudes de enclaves más turísticos. Uno de los espacios naturales más representativos de Albania que se presenta como todo un paraíso que regala vistas increíbles gracias a su confluencia de paisajes, vegetación, montañas y aguas limpias.
Este lago es en realidad fruto de la obra del ser humano, pues se trata de un inmenso lago artificial construido entre 1979 y 1988 para almacenar las abundantes aguas del río Drina, y como culmen del proyecto de presas para obtener energía hidroeléctrica.
El resultado es una increíble superficie de agua dulce entre escarpadas montañas, que se extiende 30 kilómetros hacia el este, en dirección al embalse de Fierza. Tiene unos 320 millones de metros cúbicos de agua y hoy es un lugar muy querido por los propios albaneses para realizar paseos en ferry o practicar deportes acuáticos. O, simplemente, para relajarse en un paraíso natural, y cuya experiencia se puede continuar en tierra en el valle de Valbona, los alpes albaneses.
Pero la zona más fotografiada del entorno, Lumi i Shales, está técnicamente fuera del lago, aunque unidos por las aguas. Su apodo de la Tailandia de Europa está haciendo que gane popularidad en las redes sociales y publicaciones de viajes, pero tiene una ventaja que es a la vez un inconveniente, pues no es fácil acceder. Eso evita las excesivas aglomeraciones.
Desde Turismo de Albania solo recomiendan dirigirse a este paraíso "si dedicamos días a las zonas de montaña en el interior, ya que no está de paso". Para llegar normalmente hay que partir del lago Komani, donde se pueden adquirir tickets para las pequeñas embarcaciones que hacen las rutas hasta Lumi i Shales. Según el nivel del agua, a veces el ferry deja a los viajeros en tierra para terminar el recorrido a pie por la orilla.
Pero emprender el viaje tiene su recompensa, un fabuloso valle enmarcado por paredes verticales de piedra y un frondoso paisaje verde que abrazan aguas cristalinas de color turquesa, con una playa idílica donde se puede descansar, nadar, bucear o incluso alquilar un kayak.
Imágenes | Colin Skidmore - Unsplash/Johnny Africa