Montesquiu o El Quiu vendía hielo para neveras y hoy es uno de los establecimientos clásicos de Sarrià donde se cita la juventud a tomar cañas
Es un poco paradójico que un bar con 70 años de historia, clásico donde los haya, sea un punto de encuentro de refrescantes e innovadoras ideas de quienes nacieron pasados los años 2000.
Es el caso de Montesquiu o, conocido por muchos como El Quiu, que empezó como bodega en los años 50 del siglo pasado y que sigue en pie ofreciendo bebidas y tapas a su clientela, siempre joven.
"Tu padre te trajo a conocernos, y te sorprendimos. Ahora es el momento de compartir las cosas buenas de la vida con tu generación", dice el restaurante en su declaración de intenciones, convencido de que uno de sus puntos fuertes es ese relevo generacional.
Vendía hielo para neveras
Este local nació como pequeña bodega de barrio de la parte alta de Barcelona donde se vendía vino a granel, con barricas que contenían distintos tipos. Se vendía también hielo para las neveras, y poco a poco se fue convirtiendo en un referente.
Esto sucedió al incorporarse un grifo de cerveza, y al hecho de empezar a elaborar algunas pequeñas tapas, llegando a tener más de 30 referencias, cada una de ellas servida en un plato diferente para saber que había comido cada cliente y el importe de las tapas.
Entre los platos servidos en este local se encontraban (y encuentran) clásicos de la tapería española como calamares a la romana, aros de cebolla, callos, gambas gabardina y las famosas bravas que marcarían un antes y un después en la ciudad.
Ampliación
El establecimiento fue regentado por la familia Torremadé, el padre y dos hijos que servían en la barra y en las pocas mesas que había, y la madre en la cocina. Era un local muy pequeño de aproximadamente unos 50 metros cuadrados.
Después, entró en el negocio uno de los grandes de la coctelería española: lo compró Javier de las Muelas en el año 1991 iniciándose una paulatina transformación sin cambios en su esencia y manteniendo el alma.
Como también sucede en su Dry Martini, bajo Javier de las Muelas el local le dio todavía más énfasis a su fuerza de referente social, ya que todos los universitarios de la época lo tenían como su lugar de encuentro entonces y ahora.
Hace 15 años, tras la sucesiva ampliación con tres locales más, El Quiu sigue siendo un referente no ya como bodega sino como punto de encuentro social y de tapeo.
Su oferta gastronómica es bastante heterogénea, a la medida de lo que el público de hoy pide en cualquier barra que se precie: todo vale, de manera que hay tapas a montones, marisco, platos hindúes, marroquíes, mexicanos, ensaladas, arroces y bocatas tan modernos como el lobster roll con bogavante y roast beef.
También, referentes de Javier de las Muelas, como tortilla de camarones, cazón en adobo, ortiguillas, por su pasión por Andalucía, papas arrugás con sus mojos, carnes, pescados. También, cócteles y una gran variedad de cervezas donde reina la Mahou 5 estrellas.
Foto | @Montesquiubarcelona/Instagram
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