Conocido como 'Toledillo' por su riqueza patrimonial y arquitectónica, es un pueblo aún poco masificado que bien se merece una visita
La histórica ciudad de Toledo, antaño capital del Imperio, siempre es una visita más que recomendable pese a la masificación turística que ya vive todo el año. Claro que también podemos explorar otros rincones de Castilla La Mancha en los que también se respira cultura, arte e historia, aunque sean poblaciones más modestas en sus dimensiones. El conocido como 'Toledillo' es sin duda uno de ellos.
Situado en plena comarca de Mesa de Ocaña, Yepes exhala, como su hermano mayor su histórico pasado medieval como enclave estratégico donde se cruzaron y convivieron las tres grandes culturas de la época. Cristianos, judíos y musulmanes han dejado su huella en el pueblo, si bien la impronta de los primeros ha terminado definiendo su monumental patrimonio.
Los restos arqueológicos apuntan a que ya poblaciones celtíberas habitaban la zona hace miles de años, aunque fueron los romanos los que lo fundaron hacia el año 600 a.C. con el nombre de Hippona o Hippo, ya fue en época mozárabe cuando las fuentes mencionan la denominación 'Hepes'. A principios del siglo XIII se nombra como una pequeña aldea que Alfonso VIII cedería al arzobispo de Toledo, Jiménez de Rada, comenzando entonces su verdadera expansión.
La localidad no solo crecería en tamaño, población y actividad económica, también en monumentalidad arquitectónica. Todavía se conservan restos de la muralla medieval, con dos torres albarranas, que destacan en el horizonte cuando el viajero se acerca a visitarla. Pero el edificio que más choca ya desde la distancia es, indudablemente, su magnífica Colegiata de San Benito Abad, conocida como 'catedral de La Mancha'. Mucho más que una simple iglesia de pueblo.
Proyectada a raíz de un encargo del Arzobispo de Toledo, Alonso de Fonseca, al reputado arquitecto Alonso de Covarrubias en 1533, la construcción es un imponente edificio renacentista de grandes dimensiones, con tres naves a la misma altura rematadas por bóvedas de gótico estrellado, fruto del cambio de estilo en la última fase de construcción.
El templo es una visita imprescindible, tanto para admirar su monumentalidad y sus bellas portadas renacentistas, acompañadas de la torre terminada en el siglo XVII, de 60 metros de altura, como el interior, con sus espléndidas capillas y el retablo del altar mayor.
Pero este gran templo no es la única construcción que le ha valido a Yepes el reconocimiento como Conjunto Histórico-Artístico. Todas sus calles son un viaje al pasado que puede arrancar desde la Plaza Mayor, donde está la Oficina de Turismo, y admirar el bello espacio porticado y su Ayuntamiento, también construcción histórica.
La ruta que emprenda el viajero descubrirá todo un catálogo de monumentos y construcciones de gran valor y belleza, como el Edificio de las buhardillas, del siglo XVIII y estilo neoclásico, el Convento de Madres Carmelitas, los Hospitales de la Concepción y de San Nicolás o varias ermitas. Además, por toda la villa se suceden antiguas casas nobiliarias, fuentes y más rincones por descubrir.
Este 'Toledillo' está a tiro de piedra si se parte desde Madrid, apenas a una hora o incluso menos, ofreciendo así una escapada perfecta en la que además se disfrutará de la estupenda gastronomía manchega, donde reinan las migas, las gachas y el cordero, y los grandes vinos de la zona.
En ruta por Castilla-La Mancha 1: 22 Rutas por carretera (Guías En ruta Lonely Planet)
Imágenes | Wikimedia Commons/Rodelar
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