Pensar que aún en el siglo XXI quedan lugares vírgenes y sin explorar en Europa parece una utopía. Hasta que consigues entrar en una cueva de más de 100 metros de profundidad y compruebas que hay un mundo subterráneo mucho más allá donde nunca había entrado ningún ser humano o, al menos, tampoco logró salir y contarlo.
Precisamente lo que ha sucedido en en el corazón de los Balcanes, concretamente en la frontera entre Grecia y Albania, que ha guardado un secreto durante siglos. Bajo la superficie de una enorme sima en la región de Vromoner, un equipo de investigadores ha descubierto el lago termal subterráneo más grande del mundo.
A más de 100 metros de profundidad, este impresionante cuerpo de agua, bautizado como Lago Neuron, ha permanecido oculto hasta ahora, convirtiéndose en un hallazgo que ha dejado asombrados a científicos y exploradores.
La masa de agua, con 138 metros de largo y 42 de ancho, contiene alrededor de 8.300 metros cúbicos de agua termal rica en minerales. Su formación responde a un fenómeno geológico único, donde la actividad hidrotermal ha ido modelando las rocas y creando un sistema de cavidades impresionante. No es solo un espectáculo natural, sino también un laboratorio vivo para entender cómo funcionan estos ecosistemas ocultos bajo tierra.
El descubrimiento no es una casualidad. Un equipo de espeleólogos checos, liderados por Marek Audy, se encontraba explorando la zona cuando notaron una columna de vapor saliendo de una formación rocosa. Siguiendo la pista, encontraron la entrada a una cueva profunda, a la que llamaron Atmos.
Tras descender más de 100 metros, lo que hallaron al fondo superó todas sus expectativas: un lago de dimensiones colosales, con aguas calientes y un ambiente que parecía sacado de otro mundo.

Para medir con precisión el tamaño del lago y estudiar su entorno, los investigadores realizaron una nueva expedición equipada con tecnología avanzada, como escáneres LiDAR y sistemas de mapeo 3D.
Gracias a estos instrumentos, lograron crear una imagen detallada del lago y confirmar que se trata del más grande de su tipo descubierto hasta ahora. Como agradecimiento al apoyo recibido por la Fundación Neuron, el equipo decidió nombrarlo en su honor.
El entorno donde se encuentra el lago es fascinante desde el punto de vista geológico. Las aguas termales emergen de la profundidad cargadas de minerales y gases, incluyendo sulfuro de hidrógeno, que al oxidarse genera ácido sulfúrico.
Este proceso ha transformado la roca caliza en un yeso blando, dando forma a las impresionantes estructuras de la caverna. Además, se sospecha que el ecosistema del lago podría albergar formas de vida únicas, adaptadas a condiciones extremas de oscuridad y temperaturas elevadas.

El hallazgo del Lago Neuron no solo supone un avance en el conocimiento científico, sino que también pone en valor el rico patrimonio natural de Albania, un país que ha pasado desapercibido en términos de exploración geológica debido a su historia de aislamiento y conflictos políticos.
Imágenes | Fundación Neuron
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