El único pueblo museo del mundo está escondido en la serranía de Ronda, con preciosas calles blancas y trazado árabe

España está repleta de pueblos los que escaparse, con destinos todavía no tan masificados por el turismo, y Andalucía es todo un diamante en bruto para perderse entre bonitos municipios. Aunque muchos podrían parecernos semejantes, hay localidades que todavía sorprenderán al viajero con un carácter único incluso a pesar de su pequeño tamaño. A solo 30 kilómetros de Estepona, en la provincia de Málaga, se encuentra uno de los pueblos más especiales del país.

Casi escondido en un bello paraje natural, en plena serranía de Ronda, encontramos Genalguacil, municipio y localidad del mismo nombre con menos de 500 habitantes que pueden presumir de vivir en uno de los pueblos más bonitos de Andalucía y de toda España. Con su trazado de herencia musulmana, aunque sus orígenes se remontan incluso a pobladores de la la Prehistoria, Genalguacil es un encantador entramado de callejuelas a las que se abren brillantes viviendas blancas.

Pero si ya solo recorrer sus bonitas y cuidadas calles merece la pena, descubriendo a cada paso cómo se adapta el peculiar urbanismo al empinado terreno propio de la sierra, es otra cualidad la que hace destacar al pequeño municipio como un lugar único en el mundo. Pues, como el propio Ayuntamiento lo define, Genalguacil es el primer Pueblo Museo habitado del planeta.

Todo gracias a las sorprendentes obras de arte contemporáneo que aguardan casi en cada esquina, sorprendiendo al visitante en multitud de rincones por todas sus calles. Son el trabajo de numerosos artistas que desde unos 30 años organiza unos encuentros de arte abiertos a creadores de todo el mundo, y que desde entonces convierten al pueblo en una de las capitales internacionales del arte.

Es un encuentro bianual que atrae en el mes de agosto a decenas de artistas que dejan su impronta creadora en las propias calles y edificios del pueblo, haciendo que sea un ente vivo, en constante cambio y conversaciones permanentes con su arquitectura, sus gentes, su entorno natural y su pasado histórico.

De esta forma el arte contemporáneo se convierte en una herramienta más para combatir el despoblamiento que amenaza a tantas localidades rurales del país, demostrando que lo nuevo y lo viejo pueden convivir y retroalimentarse mutuamente.

Genalguacil, con su pequeño tamaño pero enorme riqueza cultural y natural, es una escapada perfecta de un día para tomarse con calma, contemplando tanto su legado histórico como ese arte vivo que sorprende y saluda en cada rincón, sin olvidar el bello paraje que abraza al pueblo, un magnífico paisaje de montaña poblado por alcornoques, castaños, quejigos y pinsapos.

Fotos | Genalguacil Pueblo Museo
En DAP | De Ronda y las Sierras de Málaga a la tintilla de Rota: la revolución de los vinos tintos andaluces
En DAP | El mejor destino rural de España es este pueblo Patrimonio de la Humanidad, con una ruta entre agua y roca espectacular