Es el único resto romano de su estilo que queda en España y está en un pueblo de Extremadura

Se encuentra cerca de la actual Plasencia y solo hay cuatro de ellos en toda Europa

En el corazón de Extremadura, en una tierra rica en historia y legado cultural, se encuentra un tesoro único de la arquitectura romana: el Arco Romano de Cáparra. Situado en el término municipal de Oliva de Plasencia, este monumento es el único ejemplo que queda en España de un arco de cuatro puertas, también conocido como tetrápilo, tetrapilón o arco cuádruple.

Este impresionante vestigio es testigo silencioso de la grandeza de la antigua ciudad romana de Cáparra, y su singularidad lo convierte en un destino imprescindible para los amantes de la historia y la arqueología.

El Arco de Cáparra es un tetrapilón, una estructura que, a diferencia de los arcos tradicionales de una o tres puertas que podemos encontrar en otras partes del mundo romano, cuenta con cuatro entradas o arcos dispuestos en forma de cruz.

Este tipo de construcción era común en el Imperio Romano, pero a lo largo de los siglos, la mayoría de estos arcos se han perdido, lo que hace que el de Cáparra sea un monumento excepcional no solo en España, sino también en el contexto europeo, donde apenas hay otros tres ejemplos.

Este arco, que formaba parte de la trama urbana de la antigua ciudad de Cáparra, se encontraba en el cruce de dos de las principales vías romanas que atravesaban la ciudad: el cardo máximo y el decumanus máximo.

Estas vías eran las arterias principales de las ciudades romanas, y el Arco de Cáparra se erigía justo en su intersección, marcando el centro neurálgico de la urbe. Con una altura de casi 14 metros, el arco no solo tenía una función estructural, sino también simbólica, ya que representaba el poder y la grandeza de Roma en las provincias.

La ciudad de Cáparra, fundada en el siglo I a.C., fue un importante centro administrativo y comercial en la provincia romana de Lusitania. Su ubicación estratégica en la Vía de la Plata, una de las calzadas más importantes de la Hispania romana, permitía el paso constante de viajeros, comerciantes y soldados.

Este flujo de personas y mercancías hizo de Cáparra un lugar próspero, con todos los elementos característicos de una ciudad romana: un foro, un teatro, termas, y por supuesto, el imponente tetrapilón que hoy podemos admirar.

Arco romano de Cáparra. ©Turismo de Extremadura.

La función principal de estos arcos de cuatro puertas era, además de marcar la intersección de las principales calles de la ciudad, servir como un punto de referencia monumental dentro del entramado urbano. En muchos casos, los tetrapilones se ubicaban en lugares de especial importancia, como el acceso a foros, plazas o zonas comerciales.

Estos arcos también podían tener una función conmemorativa, dedicados a emperadores o personajes ilustres de la época, aunque en el caso del Arco de Cáparra no se han encontrado inscripciones que indiquen una dedicatoria específica.

Es el único ejemplo de estos arcos de cuatro puertas que queda en la península ibérica. ©Turismo de Extremadura.

El diseño del Arco de Cáparra sigue el modelo clásico de la arquitectura romana, con un estilo sobrio y funcional que, sin embargo, no escatima en detalles decorativos.

Las cuatro caras del arco presentan sendas puertas flanqueadas por pilastras con capiteles corintios, que sostenían la estructura y daban al monumento una apariencia majestuosa. La parte superior del arco estaba rematada por una estructura que probablemente albergaba estatuas o inscripciones, aunque estas no han llegado hasta nuestros días.

Newsletter de Directo al Paladar

Suscríbete a "Al fondo hay sitio", una forma distinta de informarte cada semana de la actualidad gastronómica hecha con pasión por el equipo de DAP.

A lo largo de los siglos, la ciudad de Cáparra fue abandonada, y sus edificios, incluido el arco, cayeron en el olvido. Sin embargo, el Arco de Cáparra logró resistir el paso del tiempo mejor que otras estructuras de la ciudad, gracias en parte a la robustez de su construcción y a la calidad de los materiales utilizados, que incluían grandes bloques de granito extraídos de las cercanías. Hoy, el arco se mantiene en pie como un testimonio de la importancia histórica de Cáparra y como un símbolo de la pervivencia del legado romano en Extremadura.

Imágenes | Turismo de Extremadura

En DAP | El secreto de la durabilidad de los monumentos de la antigua Roma estaba en su cemento, pero hemos perdido la fórmula

En DAP | Tiene más de 2.000 años y no está en Roma: así es el anfiteatro romano mejor conservado del mundo y aún sigue en uso

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios

Portada de Directo al Paladar