España es un país con una historia marcada por la guerra y la reconquista, lo que ha dejado un impresionante legado de castillos. Desde las imponentes fortalezas de la época musulmana hasta los refinados palacios de los reyes cristianos, los castillos salpican la geografía española.
Algunos de los más famosos son la Alhambra de Granada, con su inconfundible estilo nazarí, el Alcázar de Segovia, con su silueta de cuento de hadas, y el castillo de Belmonte en Cuenca, una joya de la arquitectura gótica. Sin embargo, dentro de este inmenso patrimonio, existe un tipo de castillo muy especial y menos conocido: los castillos roqueros.
Los castillos roqueros son construcciones que se levantan directamente sobre peñascos, aprovechando la orografía del terreno para reforzar su defensa. En lugar de contar con grandes murallas y fosos artificiales, estos castillos se integran en el propio paisaje, usando las formaciones rocosas como parte de sus muros y cimientos.
Suelen ser de difícil acceso, lo que les otorgaba una ventaja estratégica frente a posibles invasores. Ejemplos de este tipo de fortalezas se encuentran repartidos por toda España. El castillo de Gormaz, en Soria, domina el horizonte con su imponente estructura califal, siendo uno de los mejores ejemplos de este tipo de construcciones medievales.
Castillo de Zafra. ©Turismo de Castilla-La Mancha.
Otros buenos ejemplos que aparecen en nuestra geografía podrían ser el castillo de Montalbán, en Toledo, que se erige sobre un profundo barranco, haciéndolo prácticamente inexpugnable. O también está el castillo de Loarre, en Huesca, considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar románica en Europa y a cuya fama contribuyó enormemente la película El Reino de los Cielos.
Sin embargo, hay otro castillo roquero que destaca por su singularidad y que también tiene vinculación con el mundo del cine y la televisión, pues hizo su aparición en la serie Juego de Tronos: el castillo de Zafra.
El castillo de Zafra se encuentra en la provincia de Guadalajara, en pleno Parque Natural del Alto Tajo, dentro del municipio de Campillo de Dueñas. Se levanta majestuoso sobre un risco de arenisca rojiza, integrándose perfectamente en la roca y ofreciendo una imagen de fortaleza indomable.
Su origen se remonta al siglo XII, cuando fue construido por la familia de los Lara durante la Reconquista. Su función era claramente defensiva, ya que formaba parte de la línea de castillos que protegían la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes.
Vista posterior del castillo de Zafra. ©Turismo de Castilla-La Mancha.
Lo que lo hace aún más fascinante es su diseño, pues no sigue la estructura convencional de otros castillos medievales. Su planta irregular y la forma en la que las torres parecen emerger directamente de la roca han desconcertado a los historiadores, que aún debaten sobre su proceso de construcción y su evolución a lo largo del tiempo.
A día de hoy, el castillo de Zafra se encuentra en un estado de conservación bastante aceptable, especialmente si se tiene en cuenta que pasó siglos en el abandono. En las últimas décadas, ha sido restaurado en parte, lo que ha permitido que aún conserve su torre del homenaje y parte de sus murallas.
Sin embargo, al no estar dentro de una ruta turística convencional ni contar con acceso fácil, sigue siendo un lugar apartado y misterioso. Este aislamiento contribuyó a que fuera elegido como escenario en la serie Juego de Tronos, donde apareció en la sexta temporada como la Torre de la Alegría, el lugar donde se revela uno de los mayores secretos de la historia de la saga.
Visitar el castillo de Zafra no es sencillo, ya que se encuentra en una zona remota y el acceso se realiza por caminos de tierra que pueden volverse complicados en épocas de lluvia. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena.
Al llegar, el visitante se encuentra con una fortaleza que parece sacada de un mundo de fantasía, rodeada de un paisaje de mesetas y barrancos que refuerzan su aura de misterio. Desde sus muros, las vistas del Alto Tajo son espectaculares, y la sensación de estar en un lugar fuera del tiempo es inigualable.
Imágenes | Turismo de Castilla-La Mancha
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