Cuando piensas en escapadas de fin de semana, seguramente te vienen a la mente lugares llenos de turistas y bullicio. Sin embargo, hay un rincón en Andalucía que sigue siendo un secreto bien guardado, perfecto para aquellos que buscan tranquilidad, naturaleza y un toque de historia.
Imagina despertarte con el sonido de los pájaros y el murmullo de un arroyo cercano. Abrucena, en la provincia de Almería y enclavado en el Parque Natural de Sierra Nevada, ofrece una conexión única con la naturaleza. Los amantes del senderismo encontrarán en sus senderos una oportunidad inigualable para explorar paisajes variados en la Alpujarra almeriense.
Todo paraíso para los aficionados a la historia. Sus calles empedradas y casas blancas conservan la esencia de tiempos pasados, ofreciendo una ventana al estilo de vida de antaño, además de mantener un interesante patrimonio cultural como la Iglesia de San José, construida en el siglo XVI, y que es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista y barroca que domina la región.
Sin embargo, Abrucena también nos tienta desde la parte verde, senderos mediante, como sucede con la Ruta de los Molinos, un delicioso paseo siguiendo el cauce de un río que alimenta antiguos molinos de agua. Parecido a lo que espera con el Camino del Agua, un sendero entre acequias, también perfecto para primavera.
No son los únicos recorridos que ofrece, porque también, para los que necesitan niveles menos exigentes, encontramos la Ruta del Lavadero de La Fuente. Palabras mayores, no obstante, son las que esperan en la Ruta al Mirador de Abrucena.
Aquí ya hablamos de un nivel de exigencia medio-alto, pero es cierto que ofrece las vistas más espectaculares del valle y la Sierra Nevada, así que seguramente sea desde aquí donde hagas la mejor panorámica del pueblo.
Accesible desde Almería, con Abrucena a unos 75 kilómetros y aproximadamente a 100 kilómetros de Granada, este pueblo en el corazón de la Alpujarra almeriense es perfecto para pasar un fin de semana de desconexión.
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