Con la llegada del otoño, los paisajes de Catalunya se llenan de colores cálidos que invitan a explorar sus rincones naturales. Una de las maneras más cómodas y encantadoras de disfrutar de estos paisajes es a bordo de los trenes que recorren la región.
En este sentido, las rutas de tren en Catalunya ofrecen vistas singulares de montañas, bosques y pueblos en una estación ideal para redescubrir el encanto natural de esta tierra.
Un viaje en tren que se precie no descarta, para empezar, el Tren Amarillo, un emblema de la zona pirenaica que recorre un total de 63 kilómetros entre Vilafranca de Conflent y la Torre de Querol, siempre con la montaña del Canigó de fondo.
Este tren para en las localidades francesas en la frontera con Catalunya de Les Escaldes, La Guingueta d'Ix (Bourg-Madame), Estavar, Sallagosa, Montlluís, Serdinyà y Vilafranca, y es una atracción turística de fin de semana muy aclamada por las familias y parejas.
Otros trenes de Catalunya y alrededores
Una de las rutas más recomendadas en esta época es el trayecto que va de Barcelona a Puigcerdà, pasando por la línea del Vallès Oriental y el Ripollès. Este recorrido en tren permite disfrutar de coquetos paisajes de montañas y valles teñidos de tonos ocres, naranjas y rojizos. La línea atraviesa zonas de genuina belleza natural, con bosques que se vuelven aún más interesantes con los colores del otoño.
Otra opción ideal es la línea que conecta Lleida con la Pobla de Segur, una ruta conocida como el Tren dels Llacs. Este trayecto atraviesa cuatro lagos, 40 túneles y 75 puentes rodeados de vegetación en pleno cambio estacional y cuenta con billetes desde 20 euros.
Durante el viaje, los pasajeros pueden disfrutar de paisajes montañosos y vistas a lagos particulares, lo que convierte este recorrido en una experiencia única para los amantes de la naturaleza.
Asimismo, el tren que conecta Barcelona con Montserrat es otra ruta imprescindible entre los turistas que llegan de miles de kilómetros y los locales que quieren un plan de día diferente. En el tramo final de esta, se pueden disfrutar vistas panorámicas en uno de los paisajes más icónicos de Catalunya.
Durante el final del viaje en teleférico, el tren ofrece un recorrido por las formaciones montañosas únicas de Montserrat, además de la oportunidad de visitar el famoso monasterio. Esta ruta es ideal para quienes buscan combinar naturaleza y cultura en un solo recorrido.
Osona y El Berguedà
Sin tanto artificio ferroviario, simplemente desde la ventanilla, los trenes que atraviesan las comarcas de Osona, por ejemplo entre L'Hospitalet y Taradell, y el Berguedà también son recomendables en otoño, ya que permiten apreciar las tradiciones rurales y el esplendor de los paisajes en esta temporada.
Las vistas de los pueblos tradicionales ofrecen una estampa típica catalana en la que el otoño se expresa en todo su esplendor. En El Berguedà está además El Tren del Ciment (El tren del cemento) que hace un trayecto de 3,5 kilómetros en 20 minutos, pasando por bosques y paisajes de gran valor.
Además, las rutas de tren por Catalunya en otoño representan una forma sencilla y ecológica de conocer los paisajes de esta región sin la necesidad de conducir ni medio kilómetro. Estos recorridos invitan a relajarse y a admirar el entorno a un ritmo pausado (como el que lleva el otoño), convirtiéndose en una alternativa ideal para quienes desean vivir la magia de lo meses más reflexivos del año.
Foto | Phil Evenden y Jean-François Renaud/Flickr
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