La fruta de verano es tan variada y sabrosa que no podemos dejar de comerla. De entre todas ellas, la sandía da mucho juego por varias razones. Es refrescante, nos mantiene hidratados, muy baja en calorías y se puede comer tal cual o usar como ingrediente para preparar infinidad de recetas. Nuestro último y más refrescante descubrimiento: este granizado de sandía y limón que nos tiene locos, una variante mejorada del granizado de limón.
Le añadimos unas hojas de menta fresca (también puede ser hierbabuena) y el resultado es brutal. Casi adictivo. Pero no nos preocupa porque es todo bondades. ¡Menudo chute de vitaminas! Lleva una pizca de azúcar que es completamente prescindible, especialmente para los amantes de los sabores ácidos. Los que prefieren el toque dulce, la pueden sustituir por algún tipo de edulcorante y disfrutar de este granizado de sandía y limón sin remordimientos.
Cortamos la sandía en dados y, si tiene pepitas, las retiramos. Dejamos en el congelador durante unas cuatro horas. Mientras tanto exprimimos el limón y reservamos su zumo. Lavamos y secamos las hojas de menta. También podemos decorar el borde de los vasos con azúcar.
Introducimos la sandía congelada en el vaso de un robot o batidora americana. Añadimos el hielo, el zumo de limón, las hojas de menta y el azúcar. Para un toque más ácido, podemos añadir la ralladura del limón. Trituramos hasta obtener textura de granizado, vertemos en los vasos y servimos inmediatamente.
Con qué acompañar el granizado de sandía y limón
Este granizado de sandía y limón no necesita acompañamiento alguno. Sobre todo si se sirve como postre de la comida. Cambia la fruta por cualquier otra que te guste más o tengas a mano, usa otras hierbas aromáticas y refréscate con un granizado casero sin despeinarte.
En DAP | Granizado de cerezas, receta fácil para combatir el calor (que no necesita heladera)
En DAP | Sorbete de sandía, la receta más refrescante del verano