Los Suspiros de monja, son un dulce tradicional en muchas provincias españolas y en cada una de ellas varía la forma de hacerla.
He escogido esta receta por su sencillez de realización y porque todos los ingredientes son muy sencillos de encontrar en cualquier despensa.
Los ingredientes
300 gramos de harina, 50 gramos de mantequilla, agua, 6 huevos, canela en rama, 1 limón, aceite, azúcar.
La preparación de los suspiros de monja
Lo primero que hacemos es pelar el limón, después ponemos 1/2 litro de agua en una olla, con la corteza de limón y una barita de canela y llevamos a ebullición.
Mientras en otro recipiente ponemos a derretir la mantequilla, le agregamos el agua de canela y cuando empiece a hervir de nuevo le vamos agregando la harina, poco a poco sin dejar de remover. Nos debe quedar una masa consistente, sabremos que está listo cuando la masa se desprenda fácilmente del cazo.
Batimos los huevos junto con 100 gramos de azúcar, volcamos la mezcla sobre la masa anterior y removemos, nos ayudaremos con una batidora eléctrica para que sea más rápido, nos debe quedar una masa espesa.
Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y cuando este caliente y ayudándonos con una cuchara vamos friendo porciones de masa.
Cuando estén doradas las retiramos y las vamos dejando sobre papel absorbente.
La degustación
Servimos los suspiros de monja colocados sobre una fuente y los servimos espolvoreados con azúcar por encima.
En función de si nos gusta más o menos dulce podemos agregarle a los huevos más azúcar, con los 100 gramos de azúcar de esta receta no quedan muy dulzones.
No hay que asustarse cuando intentamos mezclar la masa de harina con los huevos, parece una misión casi imposible, pero con una batidora eléctrica se soluciona rápido.
Estos dulces acompañan estupendamente a una copita de moscatel. Igual que lo tomaban los curas cuando se los ofrecían en las casas de las familias que iban a visitar.
Buen provecho.
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