El pesto tradicional es una salsa muy versátil. Es un magnífico acompañamiento de pasta, aunque también se puede usar para dar un poco de alegría a las pizzas, aliños, bocadillos, tostas y un sinfín de preparaciones. Se puede variar al gusto y adaptar a las preferencias de cada cual: jugando con las hierbas, los frutos secos, el tipo de queso, las cantidades de cada ingredientes y mucho más.
Hacer pesto es sencillísimo. La operación consiste, básicamente, en triturar todos los ingredientes y punto. Es importante tener una batidora decente que ayude con la tarea y, sobre todo, tener ojo para encontrar el equilibrio entre los distintos ingredientes si no queremos acabar con un engrudo incomible. Pero esto segundo lo tenéis solucionado con nuestra receta clásica y estas tres deliciosas versiones de la salsa pesto tradicional: de espinacas y avellanas, de perejil y almendras y de rúcula y nueces.
Receta clásica de salsa pesto, con albahaca y piñones
Lavamos y secamos a conciencia las hojas de albahaca. Pelamos los dientes de ajo, cortamos por la mitad y retiramos el germen. Tostamos los piñones en una sartén.
Trituramos todos los ingredientes anteriores junto con la mitad del aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Cuando hayamos obtenido una papilla y no se aprecien trozos de piñones ni de albahaca, añadimos el resto del aceite. Trituramos de nuevo para integrar y listo.
Tres deliciosas versiones de la salsa pesto tradicional
La elaboración de las tres versiones del pesto tradicional es idéntica. Consiste en lavar y secar bien las hojas elegidas, pelar el ajo (retirando -opcionalmente- el germen para que el sabor sea más suave) y triturar todos los ingredientes hasta una salsa homogénea y sin grumos. Eso sí, los ingredientes y las proporciones de cada uno varían. Ojo al dato.
Pesto de espinacas y avellanas: 100 g de espinaca fresca, 100 g de queso parmesano rallado, 90 ml de aceite de oliva virgen extra, 60 g de avellanas, 1 diente de ajo, sal y pimienta negra molida.
Pesto de perejil y almendras: 80 g de hojas de perejil fresco, 70 g de aceite de oliva virgen extra, 20 g de agua, 1 o 2 dientes de ajo, 30 g de queso manchego rallado, 16 almendras crudas y sal al gusto.
Pesto de rúcula y nueces: 150 g de rúcula, 50 g de nueces peladas, 50 g de queso de Mahón rallado, 100 g de aceite de oliva virgen extra, 1 diente de ajo y sal.
Si consideráis que alguna (o varias) de estas versiones del pesto tradicional queda espesa, es sencillo aligerarla añadiendo un poco más de agua. También podéis, si las vais a usar para acompañar pasta, agregar un poco del agua de la cocción para que se integre mejor y el sabor sea más suave.
Siete recetas en que usar la salsa pesto
Finalmente, podemos servir la salsa con un plato de pasta o en unas tostadas de pan con algo de embutido. Aunque con una salsa tan rica, las posibilidades son muchas, pudiendo usarse también para acompañar carnes y pescados.
Ensalada de quinoa y queso feta al pesto
Ingredientes para cuatro personas: 400 g de quinoa, 80 g de queso feta, 3 cebolletas tiernas, 4 cucharadas de piñones, 15 g de cilantro fresco picado, 15 g de eneldo fresco picado, 15 g de menta fresca picada, 4 cucharadas de pesto de albahaca, sal y pimienta negra molida.
Elaboración: Aclaramos la quinoa con agua, hervimos durante 15 minutos, escurrimos y reservamos. Picamos las cebolletas. Tostamos los piñones. En una ensaladera, mezclamos la quinoa, las cebolletas tiernas, las hierbas aromáticas y la mitad del queso feta. Vertemos la salsa pesto en cantidad suficiente para bañar los ingredientes, salpimentamos. Esparcimos el resto de queso feta y los piñones por encima. Rectificamos de sal, pimienta o salsa pesto y servimos.
Más detalles en la receta completa.
Crostini de pesto, burrata y tomates al balsámico
Ingredientes para cuatro personas. 1 barra de pan tipo chapata cortada en dos y abiertas longitudinalmente, 50 g de salsa pesto, 200 g de tomates cherry de colores cortados por la mitad, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, 30 ml de vinagre balsámico de Módena, albahaca fresca en hojas, 1 diente de ajo, escamas de sal y 2 bolas de burrata.
Elaboración. Untamos cada pieza de chapata con una capa fina de pesto y tostamos en el horno, a 170 ºC, hasta que esté crujiente. Podemos usar el grill. Preparamos la marinada rallando el diente de ajo y mezclando con el aceite de oliva, el vinagre, la albahaca picada, sal y pimienta negra molida. Desmenuzamos la burrata y extendemos una capa sobre el pan tostado. Colocamos los tomates marinados por encima y terminamos con unas escamas de sal. Podemos decorar con hojas de albahaca fresca al gusto.
Más detalles en la receta completa.
Montaditos de ibérico, calabacín y pesto
Ingredientes para cuatro personas. 4 cucharadas de salsa pesto, 1 calabacín, 1 puñado de piñones, 8 rebanadas de pan rústico, 8 lonchas finas de jamón ibérico, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra sal y pimienta negra molida.
Elaboración. Limpiamos el calabacín, lo despuntamos y lo laminamos con ayuda de un pelador de verduras. Doramos los piñones a fuego lento en una sartén durante 5 minutos, deben quedar muy dorados. Colocamos las rebanadas de pan en una fuente, extendemos sobre cada una de ellas una cucharada de pesto. Encima disponemos el ibérico y las tiras de calabacín crudo y por último los piñones. Regamos con aceite de oliva, salpimentamos y servimos.
Más detalles en la receta completa.
Pincho de pechuga de pollo con pesto y tomates secos
Ingredientes para ocho unidades: 2 filetes de pechuga de pollo, 8 tomates secos en aceite, 8 rebanadas de pan tostado y 20 g de pesto.
Elaboración: Salpimentamos las pechugas y doramos en la sartén, hasta que se hagan bien por dentro. Retiramos y cortamos en cuatro trozos cada una. Tostamos las rebanadas de pan y montamos los pinchos. Para ello colocamos sobre cada rebanada de pan un trozo de pechuga untado con un poco de pesto. Luego rematamos con un tomate seco, bien escurrido de aceite, colocamos un palillo y repetimos la operación con el resto de rebanadas.
Más detalles en la receta completa.
Aperitivo fácil de mozzarella y pesto genovés
Ingredientes para dos personas. 1 bola de mozzarella fresca cortada en 2 rodajas, 2 obleas de empanadilla y 2 cucharadas soperas de salsa pesto.
Elaboración. Precalentamos el horno a 200 ºC. Sobre cada una de las obleas ponemos media bola de queso mozzarella. Añadimos una cucharadita de pesto extendida alrededor del queso y seguidamente, subimos la empanadilla de forma que envuelva al queso por los lados. Añadimos otra cucharadita de pesto y colocamos sobre una bandeja de horno con papel de hornear. Bajamos el horno a 190 ºC y horneamos las empanadillas durante unos 10 minutos. Podemos poner unos aros de emplatar rodeando las empanadillas para asegurarnos de que conservan su forma.
Más detalles en la receta completa.
Provolone al horno con pesto y fondo picante
Ingredientes para cuatro personas. 200 g de queso provolone (1 disco), 50 ml de tomate triturado bien escurrido (passata), 5 ml de pasta de guindilla o harissa, 30 ml de vino blanco, 5 ml de mostaza de Dijon, salsa pesto, hojas de albahaca para decorar y pimienta negra.
Elaboración. Precalentar el horno a 180 ºC. Buscar una cazuela pequeña u otro recipiente apto para el horno que tenga el tamaño aproximado de la porción provolone. Mezclar en un cuenco el tomate con la pasta de guindilla, la mostaza y el vino. Cubrir el fondo de una cazuelita. Disponer el queso encima, dar un golpe de pimienta y hornear hasta que se haya fundido bien, unos 10-15 minutos. Añadir por encima unas cucharadas de salsa pesto y decorar con un poco de albahaca fresca.
Más detalles en la receta completa.
Aperitivo de tataki de salmón al pesto
Ingredientes para dos personas: Salsa pesto, 1 lomo o rodaja gruesa de salmón fresco y escamas de sal.
Elaboración: Cortamos la rodaja o el lomo de salmón en tacos de unos dos cm, porque si los hacemos más pequeños corremos el riesgo de que se hagan demasiado. Lo vamos a cocinar a la plancha en la sartén, pero sin nada de aceite, ya que nos vale con la grasa que tiene este pescado. Lo dejamos uno o dos minutos por cada lado y cuando notamos que el color le empieza a cambiar, le damos la vuelta y lo retiramos para que no se pase. Ponemos unos cristalitos de sal en cada taco, y lo servimos con el pesto al lado en forma de cordón.
Más detalles en la receta completa.
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