Como bien sabemos todos y cómo mencionábamos ayer con la entrada del Decálogo para comer sano y rico que nos proporcionaba 5 al día, muchas personas empezarán el año realizando una dieta de adelgazamiento, lo que se traduce en una menor ingesta de alimentos y seguramente la misma o nula cantidad y calidad de ejercicio, así que os transmitimos una noticia que hemos encontrado hoy en el periódico digital El Mundo Salud.
Según un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine, perder peso a consecuencia de una reducción en la ingesta de calorías podría estar relacionado con una reducción de la densidad ósea, y por consiguiente desencadenar posteriormente problemas como la osteoporosis. Por el contrario, adelgazar mediante la práctica de ejercicio físico no produce este fatal efecto en los huesos. Estudiaron a tres grupos de personas, uno de ellos hizo dieta hipocalórica, otro realizó ejercicio físico y el tercero sólo recibió información sobre hábitos saludables. Los dos primeros grupos perdieron más o menos el mismo peso, mientras que el tercero se mantuvo, pero tras realizar las densiometrías (medición de la masa ósea) a los participantes y las muestras de sangre para analizar el estado del tejido óseo, los que realizaron una dieta de adelgazamiento salieron perdiendo, vamos que perdieron densidad ósea en caderas, parte inferior del fémur y en la zona inferior de la columna vertebral, mientras que en el resto de participantes no hubieron cambios significativos.
Los investigadores afirman que éste es un estudio preliminar y que todavía se deben realizar más estudios que lo ratifiquen, pero en nuestra opinión tiene mucho sentido y la recomendación es beneficiosa.
Es necesario cuidar nuestra salud, de la que forma gran parte nuestra estructura ósea, nuestro sostén. No es necesario hacer grandes sacrificios y pasar hambre para adelgazar, haciendo ejercicio, además de poder alcanzar la meta de perder peso, estaremos favoreciendo muchos aspectos de nuestra salud.
Vía | El Mundo Salud