Hace un par de días os hable de un libro de Larousse, El Chocolate de Pierre Hermé. Y hoy, me aburría un poco en casa, he decidido hacer una receta sencilla y riquísima (que ya he metido el dedo para probar). Os presento una mermelada para chuparse los dedos, una mermelada de plátano, chocolate y canela.
Los ingredientes que figuran en el libro son para unos 4 tarros de 375 g, lo cual para el consumo de mermelada de mi casa (somos 2 personas y en camino un bebé) es excesivo. Así que he hecho un tarrito con 50 ml de zumo de naranja, 250 g de plátanos (pelados ya), 200 g de azúcar, un toque de canela de ceilán (exquisiteces a un lado, vale cualquier canela), 25 g de chocolate con un 70% de cacao (para mí el mejor de todos). Y por supuesto un frasco con rosca.
Lo primero de todo, hay que estirilizar el frasco. Después, saca 50 ml de zumo de naranja de (por supuesto) una naranja. A continuación pela los plátanos y córtalos en rodajas finas. En una cazuela, pon el plátano troceado, el zumo de naranja, el azúcar y el toque de canela (muy personal, dale el toque que creas oportuno, pero recuerda que la canela aromatiza mucho). Lleva a ebullición a fuego vivo durante 5 minutos. Retira la espuma que salga (ya que son impurezas del azúcar).
Pasado este tiempo, retira del fuego la cazuela y añade el chocolate. Con una batidora, haz un puré con todo. Y vuelve al fuego y a ebullición durante 5 minutos más. Controlando la consistencia. Si disponéis de un termómetro para azúcar, detén la cocción cuando llegue a 105ºC. Si no yo he tenido al fuego unos 7 minutos.
Por último, llena el bote hasta el borde, ya que el volumen de mermelada siempre disminuye cuando se enfría. Enrosca la tapa inmediatamente y pon el frasco boca abajo hasta que se enfríe completamente.
Podéis degustar la mermelada en el desayuno, a la hora del té o de postre con unas rebanadas de brioche tostadas.
¡Que aproveche!
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