Alerta alimentaria por toxina botulínica en una conserva de setas vendidas en Andalucía, Cataluña y Canarias

Las setas en salmuera afectadas proceden de una empresa alemana

Setas
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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) informa de una nueva alerta alimentaria relativa a la presencia de la toxina botulínica en una conserva de setas en salmuera procedente de Alemania.

La alerta ha sido trasladada desde las autoridades germanas a través de  la Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF) y se recomienda a todas las personas que puedan tener el producto en sus domicilios, se abstengan de consumirlo.

Se trata de una conserva de setas en salmuera de la empresa con sede en Alemania Lackmann Fleisch- und Feinkostfabrik, especializada en productos de charcutería y alimentos delicatessen rusos, como conservas de todo tipo, lácteos y dulces. El producto en concreto es un tarro de vidrio que contiene setas de la variedad rúsla blanca en salmuera. El producto se ha distribuido en España en las comunidades autónomas de Andalucía, Cataluña y Canarias, pero no se descartan redistribuciones secundarias a otras comunidades.

Estos son los datos concretos del producto afectado:

  • Nombre del producto: rúsula blanca común (Russula delica) cortada, en salmuera.
  • Marca: Tpyzah.
  • Aspecto del producto: envasado en tarro de cristal.
  • Número de código de barras: 4250370532731.
  • Fecha de consumo preferente: 20/05/2025.
  • Peso de unidad: 500g.
  • Temperatura: ambiente.

El botulismo es una de las enfermedades asociadas a intoxicaciones alimentarias menos frecuentes pero más potencialmente peligrosas. La causa las toxinas de la bacteria Clostridium botulinum, muy presente en la naturaleza, cuyas esporas son capaces de sobrevivir en ambientes sin oxígeno o alimentos como la miel, muy peligroso para niños menores de dos años.

Alerta

La enfermedad la causan las toxinas que genera esta bacteria al multiplicarse, por eso es una enfermedad muy ligada a las conservas caseras, especialmente de verduras en aceite o de alimentos poco ácidos, con un pH por encima de 4,5. Uno de los principales problemas para identificarla es que no se suele alterar el producto afectado, sin afectar a la apariencia o sabor. En las conservas que se han cerrado al vacío, si están contaminadas, se puede sospechar cuando el mote o lata aparece abombada o hinchada.

La AESAN recomienda que, en el caso de haber consumido el producto y presentar alguna sintomatología compatible con el botulismo (fatiga, debilidad, visión borrosa, sequedad de boca, dificultad para tragar y hablar, vómitos, diarrea, dolor abdominal) se acuda rápidamente a un centro de salud o al servicio de urgencias disponible más cercano.

Imagen | Freepik/azerbaijan_stockers

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