Australia está viviendo uno de los peores brotes de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, lo que ha llevado a casi todo el país a imponer de nuevo severas restricciones, incluyendo un estricto confinamiento. Los australianos vuelven así a tener que ingeniárselas para entretenerse en casa, pero lo de hacer pan y bizcochos parece más que superado; ahora hornean dulces con formas de animales salvajes que representan la fauna amenazada. Los resultados son, cuanto menos, curiosos, por decirlo educadamente.
Cada 7 de septiembre se celebra en Australia el Día de las Especies Amenazadas (National Threatened Species Day), para fomentar la concienciación de la sociedad sobre las especies animales y vegetales en peligro de extinción, poniendo especial foco en las especies autóctonas del país, con un econsistema único en el mundo. El origen de esta fecha se remonta a 1996, cuando se conmemoró el 60 aniversario de la muerte del último tigre de Tasmania o lobo marsupial en el zoológico de Hobart.
Aprovechando la efeméride, en las redes se ha lanzado una especie de reto o evento viral para participar desde casa horneando algo que represente alguna de esas especies, un pasatiempo muy bien recibido especialmente por familias con niños que, de nuevo, se han visto confinados en sus hogares ante la gravedad del nuevo brote de coronavirus, motivado sobre todo por la variante delta.
El evento, que finaliza el día 8 de septiembre, espera superar las participaciones del año pasado, que ya superaron las 350, motivados de nuevo por las renovadas restricciones. Cualquiera puede unirse simplemente elaborando una receta de panadería o pastelería que represente alguna de las especies australianas amenazadas, lo más realista posible, y compartiéndolo en las redes sociales.
Sin ahondar en lo acertado o no de pretender defender la protección de animales amenazados mediante representaciones -supuestamente- comestibles de los mismos, navegar por las redes sociales explorando el hashtag del evento permite comprobar que no solo en Estados Unidos son aficionados a dejarse llevar por la creatividad pastelera sobreestimando las propias capacidades.
Si bien encontramos creaciones que realmente merecen un aplauso, con tartas y pequeños dulces que daría pena comérselos, también podríamos calificar el catálogo de imágenes de Instagram como una suerte de galería de los horrores de pequeños desastres pasteleros y demás engendros que parecen representar criaturas mutantes de una película de terror.
Al menos este reto virtual ha dado unas cuantas horas de entretenimiento inofensivo a muchas familias confinadas y ha permitido al evento obtener más repercusión internacional. Como se suele decir, lo importante es participar.
Fotos | Threatened Species Commissioner
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