Hay historias que enternecen y que, a veces, nos hacen ver que todavía hay honestidad en el mundo. Aunque parezca un prefacio de ¡Qué bello es vivir!, la realidad dista mucho de presentarnos a James Stewart en blanco y negro.
Todo sucedió en Leganés, un municipio al sur de la ciudad de Madrid y una de las más pobladas de la región, donde un vecino encontró en un contenedor de papel para reciclar una bolsa con 18.900 euros.
El dinero, sin embargo, no acabó allí por casualidad, sino que todo formó parte de una serie de catastróficas desdichas. La más peligrosa, como indicaba el periódico El Mundo, quien se hace eco de la noticia, es el descuido de la propietaria de un bar que arrojó una bolsa de tela con el dinero en efectivo a la basura en la madrugada del 20 de marzo.
Apenas unas horas después, un vecino anónimo reparó por la mañana en que había una bolsa de plástico entre los papeles. El hallazgo le sorprendió y la cogió, comprobando que en ella había una importante suma de dinero. Con el dinero en su poder, el vecino decidió personarse en una comisaría de la Policía Nacional para devolver el dinero, ante lo cual los agentes iniciaron una investigación para comprobar de quién podía ser ese dinero.
Tras varias averiguaciones, comprobaron que se trataba de la propietaria de un bar en la localidad que confesó haber tirado el dinero por error, al mismo tiempo que arrojaba el papel para reciclar en su contenedor. Por suerte para ella, hay dinero que no va a acabar reciclado. O no en el sentido más estricto de la palabra.
Imágenes | Policía Nacional