En la era digital, cada vez más personas realizan compras con pagos contactless, pero no siempre le dan importancia a guardar el ticket o comprobante. Este pequeño gesto, sin embargo, puede evitar grandes problemas en caso de contratiempos o robos. El ticket no solo es un recibo, sino también una herramienta clave para proteger tus derechos como consumidor.
Una de las principales razones para conservarlo es como evidencia en caso de cargos indebidos. Si detectas un cobro que no reconoces en tu cuenta, el ticket es la primera prueba que puedes presentar al banco o al comercio para resolver el problema.
Además, en situaciones de fraude online, donde tu información puede ser utilizada por terceros, el comprobante actúa como un registro oficial de la transacción. Esto no solo ayuda a identificar el error, sino que también fortalece cualquier reclamo legal, mucho más fuerte que la palabra.
Clave en las devoluciones
Otro aspecto relevante es que el ticket facilita las devoluciones o cambios. Si el producto llega defectuoso o no corresponde a lo que pediste, el recibo permite agilizar el proceso con el supermercado o tienda en línea. Es tu respaldo para exigir una solución.
Por otro lado, muchos compradores desconocen que los tickets son importantes también para auditorías personales. Comparar los precios de cada compra ayuda a identificar patrones de gasto y a detectar posibles errores en las facturas electrónicas.
Por seguridad
Finalmente, guardar el ticket fomenta una relación más consciente con tus compras. Conservar este documento puede parecer un detalle menor, pero, definitivamente, marca la diferencia cuando surgen complicaciones. No es solo papel; es tu garantía de seguridad.
En un contexto de vulnerabilidad ante fraudes digitales, el ticket, físico o digital, se convierte en un escudo esencial. No lo deseches ni lo borres de tu correo; asegúrate de guardarlo hasta que confirmes que todo está en orden con tu compra.
Foto | Ivan Samkov
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