Estamos en época de bodas, bautizos y comuniones, una temporada que suele ser muy lucrativa para la hostelería. Pero lo que debería ser un día de celebración a veces puede transformarse en un disgusto cuando las cosas no salen como uno esperaba. Especialmente si has abonado 5.000 euros por adelantado por un banquete que nunca llegó.
Es lo que le sucedió este sábado a ocho familias que se disponían a celebrar sus respectivos banquetes de comunión en un mismo recinto, el restaurante del Club Social Santo Domingo, un espacio de ocio especializado en eventos en la localidad de Algete, en el norte de Madrid. Tras pagar el 100 % del importe de cada comunión con antelación, entre 2.000 y 5.000 euros, apenas recibieron unas aceitunas y croquetas después de horas de plantón.
En total, unos 400 comensales fueron llegando a las instalaciones del local a partir de las 12.30, encontrándose muchas de las mesas sin terminar de colocar, y con la falta absoluta de comida. Pasaba el tiempo y no había ni rastro de los encargados de la empresa de catering, recibiendo solo algo de picar que los camareros lograron rescatar de la poca comida que quedaba en las instalaciones.
Sobre las 17.00 de la tarde seguían esperando el menú contratado y abonado, pero allí nadie se hacía responsable. Según han declarado testigos a diversos medios, apenas pudieron comer unas aceitunas, patatas fritas y algunas croquetas, pero al preguntar al servicio les aseguraron que ya no quedaba nada en las cocinas.
Con este panorama y los estómagos hambrientos, muchos optaron por buscar un plan alternativo para calmar el hambre; "Hemos ido al supermercado y hemos comprado embutido y ensaladas", otros optaron por acercarse a un McDonald's para poder ofrecer algo a los invitados, entre los que había muchos niños.
Finalmente, las familias llamaron a la Policía y a la Guardia Civil para denunciar los hechos, ante cuya llegada varios de los camareros, según declaran los testigos, se marcharon del local. Una encargada del establecimiento asegura que no se trata de una estafa, sino de fallo de organización de la empresa de catering, que se vio sobrepasada por el volumen de trabajo.
A pesar de estas excusas, las familias, tal y como recomienda la OCU, han interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil y presentado una reclamación por vía administrativa en el local por una presunta estafa, puesto que ya habían abonado el importe completo de una celebración que llevaban meses planificando. La empresa de restauración no ha dado declaraciones.
Fotos | wirestock - Drazen Cigic
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