Otra vez MasterChef Celebrity ha dicho adiós a dos aspirantes en la misma noche, tras la doble expulsión que trajo de vuelta a Boris Izaguirre y Anabel Alonso. La despedida de Los Chunguitos -con el abandono voluntario de Juan-, había reequilibrado la plantilla, pero tocaba el típico programa de repesca y, por tanto, también doble expulsión.
Claro que para empezar a ver algo de cocina tuvimos que esperar hasta casi una hora, tras el intermimanble -y totalmente innecesario- resumen, y un exasperante inicio escuchando mensajes que se habían enviado y eligiendo ingredientes cada uno en secreto a su emisor. Pepe también se puso a cocinar con ingredientes escogidos por Jordi, logrando, obviamente, un plato estupendo. ¿Le sorprendía a alguien?
José Corbacho, finalista de MasterChef Celebrity 2, era el primer invitado de la noche, y que a pesar de no tener muchos consejos de cocina, sí dio las claves a la mayoría de los aspirantes a la hora de juzgar los platos. El nivel de cocina ha mejorado, pero a muchos les falló la actitud y la capacidad de improvisar arriesgando para sorprender.
Sin entusiasmar demasiado, Boris y Félix lograron los mejores platos del primer reto sacando jugo de las compras que les habían hecho sus compañeros. El primero se alzó como ganador, donando los 4.000 euros del premio para la asociación DISFAM contra la dislexia. Avellaneda, Ana Milán y Almudena habían sido los peores; el fallido "pasta sobre pasta" y unas esferificaciones que no salieron condenaron a la deportista, que fue así la primera expulsada.
De picnic por El Escorial
La prueba de exteriores del programa nos llevó a pocos kilómetros de las cocinas del programa. En el entorno de El Escorial esperaban los anteriores expulsados aguardando para ganarse la repesca. Boris y Félix, como ganadores, eran los capitanes y fueron eligiendo la composición de sus equipos respectivos.
El reto de la prueba consistía en montar un picnic muy viajero; el equipo rojo tenía que preparar recetas inspiradas en la cocina asiática; cuatro tapas saladas: nasi goreng de Bali, chili crab de Singapur, curry thai tailandés y ca kho to vietnaminta; y cuatro dulces: butsi filipino, gulab jamun indio, dorayaki japonés, baklava turco y turón de plátano con toffee filipino.
Félix había elegido para el equipo azul el continente americano; ceviche peruano, taco mexicano, coxinha brasileña y patacón pisao colombiano en los platos salados; y cuatro postres: alfajores argentinos, pastel de elote mexicano, red velvet estadounidense y butter tart de canadá. Boris repartió cada elaboración dulce entre los aspirantes de la repesca, que serían juzgados por Jordi y Samantha, más experta en postres, antes de servirlos entre los comensales invitados a modo de degustación.
En la valoración final ambos equipos se llevaron alabanzas en la reproducción de los platos, a pesar de algunos defectos y los problemas típicos de las pruebas en exteriores; el equipo azul de Félix se alzó como ganador. Tocaba decidir quién volvía a las cocinas; los mejores postres fueron la baklava de Ana Obregón, no muy vistosa pero sí muy rica, y el pastel de elote de Elena Furiase, quizá demasiado "europeo".
Finalmente Ana Obregón conseguía el ansiado delantal blanco y volvía a las cocinas del programa, tras su tempranera expulsión en aquel primer programa con el que arrancó la edición.
Segunda eliminación: un mal día puede ser fatal
De vuelta al plató, los aspirantes que se jugaban la segunda expulsión se encontraron con los mismos 10 ingredientes bajo sus cajas; tendrían que cocinar un plato de alta cocina con ellos, en 75 minutos. Pero las cosas nunca son tan simples en este concurso; podían jugar al "póker" cambiando hasta cinco de esos productos, pero sin saber cuáles serían.
Todos terminaron cambiando varios ingredientes, con resultados dispares en la combinación final. Aunque algunos terminaron con un conjunto de productos algo difícil, en general todos eran ingredientes de alta calidad, y tampoco esaban obligados a usarlos todos. Las bayas de goji y la harina de arroz no tuvieron mucho éxito.
Otro viejo conocido del concurso, Martín Berasategui (10 estrellas Michelin), volvió para tratar de inspirar y guiar un poco a los aspirantes, algunos más perdidos que otros. Había buenas ideas y demostraron que ya a estas alturas hay mucho mejor nivel de cocina, pero casi todos echaron en falta más de un ingrediente para poder materializar sus ideas.
Avellaneda salió del paso con una buena estética y un plato decente, aunque estropeó el sabor de la carne con una salsa de queso excesiva -aunque ya que no puede probar el cerdo, tampoco se le podría criticar mucho-. Vicky sorprendió enormemente con una propuesta muy bien emplatada y de gran sabor, aunque Jordi no se cortó en advertirle que ya no podía bajar ese nivel nunca más. No tuvo tanta suerte Boris, quien clavó la carne pero su puré pastoso mal ejecutado estropeaba el conjunto.
La que no tenía su noche era Ana Milán. Totalmente abatida en su presentación, consciente de que no le había salido nada de lo que se había propuesto, presentó un "Mal día" disculpándose ante Berasategui ya de entrada. Se le resistió el pochado de los huevos de codorniz, se le rompieron las cebollitas glaseadas, no le salió el polvo de aceite como quería... las dificultades achantaron fueron achantando su ánimo y no supo recomponerse para improvisar alternativas sobre la marcha.
Con mucho pesar entre sus compañeros, la actriz fue la segunda expulsada de la noche, dejándonos con la sensación de que podía haber llegado mucho más lejos. MasterChef Celebrity perdía así, con un mal día, a una de la aspirantes que más en serio y con más ganas se tomaba la cocina.
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