Los prestigiosos vinos Petrus del Pomerol francés son viejos conocidos en las casas de subastas, pero ahora Christie's ofrece una botella que espera batir todos los récords alcanzando el millón de dólares. Lo que la hace tan especial es que ha envejecido 14 meses en la Estación Espacial Internacional, y los expertos aseguran que en su periplo cósmico ha adquirido unas características excepcionales.
Aunque suene a excentricidad de ricos, la iniciativa no partió de la bodega francesa ni arrancó con el fin único de vender una rareza que llamara la atención de los coleccionistas de vino. Forma parte de un proyecto experimental desarrollado por Space Cargo Unlimited, concretamente de la primera de seis fases en la que la compañía está investigando cómo los materiales orgánicos se adaptan a las diferentes condiciones ambientales.
A través del análisis de los cambios experimentados en el vino y cañas de vid, los científicos podrán trabajar en nuevas tecnologías que refuercen los sistemas de agricultura en la Tierra para hacer frente al cambio climático y otros retos medioambientales del futuro próximo.
Según recoge la propia Christie's, el vino de Petrus fue escogido por ser uno de los de mejor calidad del mundo, y por trabajar exclusivamente con uva merlot, con una sensibilidad especial a las fluctuaciones ambientales de su almacenaje, y por la gran capacidad que ofrece en el proceso de envejecimiento.
En esta primera fase se enviaron 12 botellas de vino, además de cañas de vid, que pasaron 438 días en órbita espacial. En el mes de marzo regresaron a la Tierra, y un equipo profesional realizó la cata de tres de esas botellas, comparándolas con otras de Petrus 2000 corrientes, cuyo precio ronda los 7.000 dólares. Los resultados sorprendieron gratamente a los catadores, que aseguran que el vino del experimento había adquirido un color, aroma y sabor muy especial, diferente y más sabroso, como si hubiera envejecido más tiempo.
Ocho de las botellas sin abrir están siendo utilizadas para su análisis, quedando una restante para su subasta. Christie's es la encargada de ofertar esta exclusiva botella, vestida para la ocasión con un embalaje de lujo: un baúl de madera hecho a medida por Les Ateliers Victor y el artista Cyril Kongo, con una escultura móvil del sistema solar, un decantador, dos copas y un sacacorchos elaborado con restos de meteorito hallados en el Polo Norte.
La casa de subastas espera alcanzar el millón de dólares por este vino único en el mundo, una desorbitada cifra que se dedicará a financiar los proyectos científicos de Space Cargo Unlimited.
Fotos | Christie's
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