En una carta abierta a sus empleados, Óscar Pierre, CEO de Glovo, una de las empresas de delivery más potentes del mundo, ha comunicado la decisión de despedir a 250 empleados (el 6,5% de su plantilla global), de los cuales 140 corresponden a los servicios centrales de la compañía en Barcelona.
En el comunicado, Pierre incide en que ela decisión afectará principalmente a las funciones de apoyo empresarial, contratación y datos, insistiendo en que no van a afectar a mensajeros (los populares riders), personal de almacén o empleados de primera línea.
Desligada de los más de 200 millones en sanciones laborales que la compañía ha acumulado hasta 2022 a costa de la adaptación de la Ley Rider, Pierre insiste en su misiva que los motivos del despido se deben simplemente a razones de mercado, arguyendo que "el rápido crecimiento de la empresa ha provocado ineficiencias en sus operaciones".
Lo que sí es cierto, como también se recoge en la explicación del consejero delegado de Glovo, es que se ha apreciado una "desaceleración de las tasas de crecimiento anuales" en octubre de 2022, aunque considera que "habrá un crecimiento fuerte de doble dígito en 2023".
No menos cierto, aunque Pierre sostenga lo contrario, es que varias inspecciones de la Seguridad Social han desembocado en sanciones que, en nuestro país, suponen nada menos que 205 millones de euros, entre infracciones por contrataciones irregulares y actas por liquidación, donde además se encuentran cerca de los 37.000 los trabajadores que se han visto afectados por incumplimientos de la plataforma.
Aún así, la compañía insiste en desligar estos despidos de cualquier situaciones irregular que se haya producido desde la implantación de la conocida como Ley Rider, vinculando la necesidad de aligerar la masa laboral de la empresa por las necesidades de crecimiento que tuvo la empresa, alegando "ineficiencia en las operaciones".
También cita Pierre que los resultados de 2022 muestran una ralentización de la demanda en el cuarto trimestre del año, como además justifica por los factores externos que afectan a los resultados del sector, citando, entre otros "la actual situación macroeconómica, con la subida de los tipos de interés y la inflación…" que reducen el poder adquisitivo de los consumidores y, por tanto, su frecuencia de pedido.
Imagen | Glovo
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