Los pequeños comercios locales suelen ser, en su cometido diario, pequeños David frente a grandes Goliat de la economía, como sucede, por ejemplo, con pequeñas cadenas de restauración con las cafeterías de pueblo frente a las grandes cadenas de comida rápida.
Pero nada está escrito y a veces basta con alzar la voz para conseguir cierto impacto que, de otro modo, sería imposible conseguir desde la humildad de un pequeño negocio local que sirve cafés en los confines del Atlántico.
Este es el caso de una pastelera dueña de un establecimiento en una localidad rural de Asturias, que ha hecho un vídeo en el que asegura que quiere “denunciar” a Starbucks por lo que su modelo de negocio les ha traído.
La dueña de Verde Menta Pastelería explica que tiene una pastelería con jardín donde se pueden degustar estos productos en su jardín. Según cuenta, un cliente le dejó una reseña instándole a mejorar su servicio en cuanto a la velocidad de servir los cafés, lo que le ha llevado a una reflexión acerca del servicio que dan.
Ella recuerda que su “micropastelería”, que el fin de semana acumula grandes colas, y que está atendida por dos personas que preparan los cafés y los sirven, hornean los productos y limpian los platos.
“Esto es culpa de Starbucks porque allí tú vas y tienes 800 camareros”, lamenta, donde hacen cafés de muchos tipos, y en ellos escriben el nombre del cliente con una sonrisa. “Nos estamos acostumbrando a eso”, critica, y a su juicio esto “no es así”.
@verdementaasturias ¡!No somos Starbucks!! se tenía que decir se dijo. Si quieres un café customizado a tu gusto, lo siento pero yo no te lo sé hacer. Si es eso lo que buscas yo no soy tu negocio, hago lo que puedo pero soy pastelera, no me pidas milagros y luego me critiques por no hacertar
♬ sonido original - Verde Menta pastelería
Para ella, no hay que acostumbrarse a que haya 45 camareros para servir dos cafés, uno para poner la leche y otro la nata, otro para poner el nombre en el vaso y otro para llevarlo a la mesa con una sonrisa. “Eso no pasa, en los comercios normales, no pasa”, lamenta.
“Vamos a ver si somos un poco comprensivos y adonde vamos”, sigue la pastelera, que insiste en que la culpa es de esta empresa y hay que “ponerle una denuncia”. Y bromea con que a veces tarda más en leer una comanda que un capítulo entero de Los Bridgerton.
Y prosigue bromeando con algunos pedidos que rozan el surrealismo, por ejemplo, “un café corto, pero largo, pero frío, pero templado, pero corto de café con avena”, bromea. Y asegura que las opciones que dan en todos lados son un café con leche, un café cortado o uno solo. “Hay que dejar de ser tan chupiguay”, asegura.
Fotos | @verdementasturias/Tik Tok