En una noche protagonizada por los disturbios en Cataluña, no todo el mundo tenía el ánimo para aguantar la frivolidad de Masterchef. Mientras la mayoría de televisiones privadas emitían programas especiales, Televisión Española ha decidido no cambiar sus planes, aunque ha cortado un rato la emisión para conectar con Cataluña, eso sí, pasada la medianoche.
Este choque de realidad nos recuerda que Masterchef es un programa enlatado, con guionistas, montadores y productores, que eligen qué se muestra y qué no. Es un concurso, sí, pero no una competición al uso, y menos con famosos de por medio. Todo está metido al milimetro.
En la primera prueba los cítricos han sido los protagonistas. Anabel Alonso, que contaba con ventaja del programa anterior, ha repartido entre los concursantes variedades poco conocidas de cítricos como el limequat, la bergamota, el kumquat o la mano de Buda, entre otros, y escogía, además, si debían hacer un plato dulce o salado.
Por lo demás, los aspirantes tenían que hacer un plato libre, pero utilizando una serie de elementos de decoración asignados en las típicas cajas misteriosas: un ladrillo, unas piezas de lego, un abanico…
No es fácil manejar estas frutas, teniendo en cuenta, además, que la mayoría no las habían visto en su vida. Era un reto complicado, pero, para complicar aún más las cosas, a mitad del cocinado el jurado les ha pedido que prepararan unos torreznos.
Cocinar el clásico aperitivo soriano no es moco de pavo: hay que confitar la panceta a fuego bajo con la piel hacia abajo, para que quede crujiente, para después subir el fuego y que se acabe de dorar. Nadie lo ha hecho verdaderamente bien.
Mejor han ido los platos principales. Los concursantes van aprendiendo y hemos visto algún plato que hasta tenía buena pinta -se nota mucho que Anabel Alonso y Boris Izaguirre ya saben cocinar-, incluso Avallenada ha aprendido que hay que cocinar cosas que tú mismo te comerías (muy sagaz).
Pero no todos mejoran. Vicky Martín Berrocal ha metido una naranja con cáscara cubierta de chocolate encima de un abanico. Un plato muy chungo que Jordi ha calificado como “una ofensa al oficio”. Por un momento pensamos que podía llevarse la expulsión directa.
Finalmente, es Anabel quien se ha llevado la victoria, con su pastel de limón.
Cocina en el hospital
En la prueba de exteriores, las cocinas de ‘MasterChef Celebrity’ se han trasladado al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, uno de los centros médicos más importantes de España, para dar de comer a 70 pacientes, médicos, fisioterapeutas e investigadores del hospital.
Los aspirantes han tenido que cocinar un menú de cuatro platos diseñado por el talaverano Carlos Maldonado, ganador de ‘MasterChef 3’ y dueño del restaurante Raíces, en dos grupos capitaneados en esta ocasión por los peores aspirantes de la primera prueba: Tamara Falcó y Vicky Marín Berrocal. Los aspirantes, no obstante, no tenían porque aguantar a sus capitanes todo el cocinado: podían votar por mayoría sustituirles en cualquier momento.
El menú estaba compuesto por un entrante de anguila ahumada y manzana impregnada en remolacha, con wasabi y alga nori, de primero; una corvina con carillas -un tipo de alubia de la zona- y tendones, de segundo, arroz con pichón; y, de postre, gelatina de naranja, pomelo y flores, con sorbete de pera y jengibre y mousse de yogur con violetas.
El menú no era fácil, pues requería muchas cocciones largas, pero los concursantes han estado especialmente lentos y todo iba camino del desastre. Pepe, Jordi y Carlos han decidido meterse a tope en cocinas -seguro que no estaba preparado- para sacar adelante el asunto.
El equipo azul, liderado por Tamara, ha sido más rápido que el rojo y, de hecho, ha tenido que adelantar su segundo plato porque el del otro equipo no estaba listo. El equipo de Vicky no ha logrado remontar y a nadie se le ha ocurrido destituirla. Aunque por fin lograron sacar el pescado, el postre fue un fracaso: las gelatinas estaba congeladas y la mousse cortada. Un desastre.
Pese a que el equipo rojo lo hizo peor, el jurado ha insistido en que el equipo azul no habría sacado adelante el cocinado sin ayuda. Los jueces han decidido, por tanto, llevar a todo el mundo a eliminación. A todo el mundo, menos a Anabel, que ha recibido los 4.000 euros de la prueba, que ha donado al propio Hospital de Parapléjicos.
Expulsión a presión
Tras un parón en el programa para conectar con Cataluña -que nos hace preguntarnos si no lo correcto no habría sido aplazar directamente toda la emisión-, el show ha continuado con la prueba de expulsión.
Como había tanto delantal negro, los concursantes podían escoger a dos concursantes para que se salvaran de la expulsión. El debate se ha zanjado rápido, pues los concursantes han decido que cada uno eligiera a quién quería salvar, y quien más votos recibiera pasara a la galería. Se han salvado Juan Avellaneda y Yolanda Ramos.
Para seguir una semana más en ‘MasterChef Celebrity’, los aspirantes han tenido que cocinar un plato con aves de caza en 75 minutos. Hablamos de piezas como faisán, perdiz de grouse, pintada o becada, muy difíciles de tratar. Y esto no es todo, los concursantes debían utilizar la técnica del prensado una vez cocinado el plato para extraer todo el jugo de las aves.
El maître José Jiménez Blas, que ha trabajado durante 41 años en el restaurante Zalacaín de Madrid, cuando estaba en su mejor momento, ha mostrado cómo se realiza la técnica. Almudena Cid no se ha debido enterar de que la prensa se usa una vez que el ave está cocinado, y se ha dedicado a prensarla en crudo.
A la cata han acudido cinco grandes chefs españoles: Javi Estévez, de La Tasquería; Marcos Morán, de Casa Gerardo; Nandu Jubany, de Can Jubany; Nino Redruello, de Fismuller; y Rodrigo García, de Arima, que han ayudado a Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz a decidir qué aspirante tenía que marcharse.
En general, los platos han sido bastante decentes, sobre todo los de Ana Milán y Tamara Falcó. Sin duda los concursantes tenían alguna noción sobre los tiempos de cocción, pero algunos aspirantes cometieron errores graves
Almudena Cid ha sacado un pichón crudo, con patata cruda y una salsa de vino, muy fuerte. Y Álex Adrover se ha atascado con su pintada, que era una de las aves más fáciles de cocinar, pero la ha sacado antes de tiempo. No se podía comer. Por desgracia, decimos adiós al actor, el concursante que mejor ha cortado el pescado en todas las ediciones de Masterchef Celebrity. Una pena porque gustaba mucho a la audiencia, hipnotizaba con su arte pescatero y se ha comportado cómo uno de los aspirantes más aplicados.