Que las calçotades son un acontecimiento gastronómico nadie lo niega: su vertiente lúdica es tanto o más importante que la gastronómica, y por ello son una reunión muy atractiva y chocante para quienes la practican por primera vez.
Consciente de ello, el vecino de Mataró (Barcelona) Julià Delos ha apostado por las calçotades como producto para la innovación gastronómica y, echando mano de su potencial, las ha llevado hasta los Países Bajos con la voluntad de internacionalizar esta tradición tan típica de Catalunya.
Para llevar estas alargadas cebollas hasta Ámsterdam y Eindhoven, Delos se ha montado la empresa La Calçotada, que es a la vez una compañía de eventos gastronómicos y un proveedor de cebollas.
Sus servicios están volcados en proporcionar todo lo necesario para una experiencia de calçotada auténtica, con packs para los restaurantes y también a domicilio para cocinárselos en casa.
Esto es, vendiendo online cajas de calçots de diferentes dimensiones que van entre las 25 y las 200 unidades (35 a 96 euros, respectivamente).
Pero esta empresa también organiza grandes calçotades colectivas para extender esta costumbre más allá de Catalunya, dado el éxito que estos eventos tienen durante todo el invierno en los restaurantes y masías catalanas.
Una veintena de fiestas
En este terreno, el plan que La Calçotada tiene esta temporada pasa por una veintena de acontecimientos en ambas ciudades holandesas, con dos turnos para atender a diferentes tipos de públicos.
El primer servicio, entre 13 y 16 horas ofrecerá un entorno familiar y actividades para todas las edades, dirigiéndose especialmente a las familias con hijos. El segundo servicio, entre 16.30 y 19, está pensado en los adultos y los jóvenes, y se dirige a aquellos que aman alargar cualquier fiesta hasta el anochecer, por ello en esta tanda habrá también bebidas y música, aparte de calçots.
Según explica la empresa, su objetivo es alcanzar el millón de euros de ingresos en 2025, con el objetivo de crecer hasta los 15 millones en 2030. Paralelamente, La Calçotada tiene previsto ampliar su mercado inicial más allá de los Países Bajos, con la inclusión de Estados Unidos entre los países en los que aspira a tener presencia, con Nueva York como primera plaza a conquistar.
“Creemos que el atractivo universal de una experiencia alimentaria compartida nos ayudará a captar estos mercados”, explica la empresa, que ya celebra este febrero encuentros calçotaires alrededor de esta cebolla calzada.
En DAP | Calçots al horno
