Take my tortilla away podría ser, si fuéramos unos iconoclastas y no adorásemos al grupo sueco Roxette, la banda sonora de la que es, al menos para Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid, la mejor tortilla de patatas de Madrid.
Un premio que podemos catalogar como palabras mayores. No solo por tratarse de la tortilla de patatas, quizá la única gran receta que unifica a este país llamado España, donde comparte prestancia con otras preparaciones que, aún famosísimas, sí tienen tintes regionales como la paella valenciana, el gazpacho andaluz o el cocido madrileño.
Carente de apellidos, la tortilla de patatas sí podría presumir de ser 51 y no una, pues cada maestrillo tiene su librillo a la hora de poner en danza a una de las preparaciones más domésticas que conocemos y donde, con la excepción del toque de cebolla, nos unifica, casi como un cimiento nacional, en una base fraguada a base de huevos y patatas fritas.
Luego ya va en gustos que el mundo haya decidido que las tortillas han de ser, cuanto menos cuajadas, mejor, pero ese es otro cantar. El que nos ocupa hoy es el de honrar a la tortilla de patatas que el chef Simón García hace en La Tortilla Castiza, un espacio situado en la calle Ribera de Curtidores –el corazón del famoso mercadillo El Rastro– desde el año 2020, cuando se decidió a emprender este negocio de tortillas para llevar que hoy, hablando de llevarse, acaba con el gato al agua como la mejor tortilla de patatas de la Comunidad de Madrid.

En este caso, Simón dice que hay un sello castizo en su tortilla: "jugosa, cremosa y sabrosa", es decir, las tres 'sás' donde el producto madrileño, explicaba, es fundamental para entender el éxito del plato final, ya que los huevos son de Granjas Villarreal (situadas en la localidad de Meco) y el aceite con el que termina de cuajar el plato es el virgen extra Loa 77, elaborado en Villaconejos, aunque el que utiliza antes para freír la patata, en láminas muy finas, es un aceite de orujo de oliva.
El truco, según explicaba Simón, está en "hacerla muy artesanal, como si se hiciera en casa". Lo curioso, como se aprecia en la web de la Tortilla Castiza –donde hay dos tipos de tamaños, medianas y grandes–, es que también ha conseguido emular un universo creativo donde aparte de la sacrosanta tortilla de patatas –con y sin cebolla– también incluye opciones con trufa, pulpo a feira, chorizo de León y queso manchego.
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