Poco antes de que Javier Rivero y Gorka Rico se encumbraran como los cocineros revelación de Madrid Fusión 2023, el congreso entregó el premio equivalente dirigido al mundo dulce, premiando la labor que Noelia Tomoshige está realizando en su obrador de Getafe (Madrid), la pastelería artesanal Monroebakes. Abierta en septiembre de 2021 en la ciudad madrileña, este coqueto local está revolucionando el mundo dulce de la zona y atrayendo cada vez a más visitantes que buscan deleitarse con sus dulces tan bonitos como refinados, sabrosos y nada empalagosos.
La joven pastelera de 32 años ya conquistó con sus creaciones al presidente de Madrid Fusión, José Carlos Capel, que se deshacía en halagos a su trabajo en su crítica para El País. En su obrador, y con la ayuda de su marido Zhen y la la repostera Anna Drosky, crean dulces que fusionan las tres culturas que Tomoshige afirma que definen su trabajo, la japonesa, la española y la francesa, y donde se da rienda suelta a la creatividad más golosa.
Nacida en Sevilla de padres japoneses, los caminos de Noelia Tomoshige no empezaron directamente en el mundo de la pastelería, un gusanillo que le picó ya tras haber tanteado otros mundos laborales, y sin contar con tradición en su familia. Tras ejercer de nadadora profesional en Sevilla y licenciarse en Turismo en Madrid, con una estancia entremedias en Estados Unidos, finalmente un curso de pastelería japonesa que se impartía en la escuela Fait Beau Tokyo de la capital nipona le despertó la pasión por el dulce.
De vuelta a Madrid probó a realizar el curso de pastelería de la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu, formación que asegura le cambió la vida. "Tanto fue mi deslumbramiento por este mundo, que decidí abandonar por completo la carrera que había construido en el mundo del retail de lujo durante más de diez años para dedicarme de lleno a la pastelería", cuenta ella misma.
En sus creaciones se percibe claramente la formación academicista francesa en la estética, las presentación, técnicas y formas, así como en el juego de colores y combinaciones de texturas, una tradición que también ha influenciado la pastelería japonesa, muy atraída por el mundo dulce francés. A ello se une la personalidad española y la tradición más andaluza que conoció de niña, aportando siempre su propio sello personal.
Sus piezas son elegantes, nada pesadas, con bajo contenido en azúcar y sorprendentes en la intensidad de sabores y aromas sutiles, con elaboraciones que parecen piezas de lujo, frágiles y a la vez imponentes, que buscan alegrar el paladar con sabores inesperados para el público español.
El segundo premio se lo ha llevado la jefa de pastelería Irene Junts del restaurante Son Jaumell en Capedepera, Mallorca, mientras que en tercera posición se ha destacado el trabajo de Arnau Casadevall, jefe de cocina de Divinum, en Girona, quien además acaba de ganar el premio al mejor postre de chocolate The Best Dessert 2022 en el Gastronomic Forum Barcelona.
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Fotos | Madrid Fusión - Monroebakes
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