El consumo regular de suplementos de ácidos grasos omega 3 o de aceite de pescado podría aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes accidentes cerebrovasculares o ictus, según un reciente estudio. Esta suplementación solo tendría efectos beneficiosos en personas en factor de riesgo que ya padeciesen alguna cardiopatía previa.
Son las conclusiones de un reciente estudio publicado en la revista BMJ Medicine elaborado por el departamento de epidemiología de la Universidad Sun Yat-Sen de China. El trabajo, titulado 'Regular use of fish oil supplements and course of cardiovascular diseases: prospective cohort study' ('Uso regular de suplementos de aceite de pescado y evolución de las enfermedades cardiovasculares: estudio prospectivo de cohortes') parte del objetivo de analizar los efectos que estos suplementos tienen en el curso clínico de las enfermedades cardiovasculares, dada su popularidad entre la población y su venta libre.
Organismos nacionales e internacionales y expertos en salud recomiendan incluir el consumo de ácidos grasos omega 3 y omega 6 en la dieta habitual -las llamadas 'grasas saludables'- por sus beneficios en el organismo, que también necesita grasas para funcionar correctamente y no es capaz de fabricarlos por sí mismo. Los polinsaturados omega 3 en concreto se vinculan con una buena salud cardiovascular para mantener niveles correctos de colesterol y prevenir enfermedades como infartos de miocardio, tensión arterial, demencia o dolor articular.
Sin embargo, la evidencia científica en torno a ingerir estos ácidos grasos mediante suplementos, como el aceite de pescado o a base de microalgas, no es tan concluyente. Aunque se han popularizado estos suplementos de venta libre en la población de todo el mundo, no están claros sus beneficios ni tampoco si pueden tener efectos contrarios a los deseados.
Efectos perjudiciales de los suplementos
Para ahondar en esta cuestión, investigadores de China, Estados Unidos, Dinamarca y Reino Unido han analizado la salud de más de 400.000 participantes en el Biobanco británico durante un promedio de 12 años para estimar las asociaciones entre los suplementos y la aparición de nuevos casos de fibrilación auricular, ataque cardíaco, derrame cerebral, insuficiencia cardíaca y muerte en personas sin enfermedad cardiovascular conocida.
Los suplementos de omega 3 solo muestran beneficios en pacientes con patologías cardíacas previas
Los resultados mostraron que el consumo regular de suplementos de aceite de pescado se asociaba con un riesgo 13% mayor de desarrollar fibrilación auricular y un riesgo 5% mayor de sufrir ictus, siempre entre la población general sana. Estas conclusiones se vinculan con otros estudios previos que ya apuntaban a posibles efectos perjudiciales de estos suplementos, también presentes en medicamentos y complejos multivitamínicos.
Sin embargo, el estudio halló que suplementar la alimentación con aceite de pescado u omega 3 en personas que parten de enfermedades cardíacas sí que ofrece beneficios, pues se asociaron con un riesgo 15% menor de que la fibrilación auricular progresara a un infarto, y un riesgo 9% menor de que la insuficiencia cardíaca derivara en fallecimiento.
A la vista de los resultados, los investigadores concluyen que son necesarios "más estudios para determinar los mecanismos precisos del desarrollo y el pronóstico de los episodios de enfermedad cardiovascular con el uso regular de suplementos de aceite de pescado". Además, el trabajo cuenta con limitaciones, pues se trata de un estudio observacional sobre el que no se pueden extraer conclusiones causales, y que no tiene en cuenta la posible ingesta de ácidos grasos mediante la alimentación.
La mejor fuente de salud son los alimentos
Expertos y organismos de todo el mundo, como la Academia de Nutrición y Dietética, la Fundación Española del Corazón o el el Servicio Nacional de Salud británico desaconsejan la suplementación de omega 3 y omega 6 en personas sanas sin patologías previas, y recomiendan ingerir estos nutrientes a través de los alimentos que son naturalmente ricos en ellos.
La Asociación Dietética Británica afirma que “Los suplementos de omega-3 no se recomiendan en la población general del Reino Unido. Esto se debe a que la evidencia de los beneficios no es concluyente”, y recuerdan que no hay estudios que vinculen el consumo de pescado azul o frutos secos y semillas en una dieta equilibrada con efectos perjudiciales, como sí sucede con los suplementos.
La alimentación saludable es mucho más que una lista de macro y micronutrientes, y los alimentos aportan un conjunto de beneficios que van más allá de vitaminas, minerales o ácidos grasos muy específicos, dentro del contexto de una dieta variada acorde con hábitos saludables.
Los suplementos solo están indicados para personas con problemas de salud concretos, y antes de automedicarse deberían consultar con su médico o nutricionista profesional.
Imágenes | Unsplash/Aleksander Saks - freepik - | valeria_aksakov
En DAP | Nueve alimentos para obtener omega 3 en dietas veganas
En DAP | Qué son las 'grasas light' y por qué no deberíamos fiarnos de ellas para cuidar nuestra dieta