Su nombre se llama butanoato de hexenilo y se conoce por las siglas HB. Sin embargo, a pesar de una nomenclatura que podría hacernos pensar en un químico más para la tratar la agricultura, la realidad es mucho más natural.
Este compuesto, naturalmente emitido por las plantas de tomate para resistir las bacterias, no es una novedad como tal. Sin embargo, investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto del CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia han comprobado in situ que tiene un modo de acción realmente novedoso y que su aplicación en el tomate puede conseguir cosechas más constantes y aumentar la resistencia de la planta ante la sequía.
En este caso, lo que el HB consigue es controlar el cierre estomático de las plantas de una forma diferente a la que lo hace el ácido abscísico. Puede que estos dos conceptos sean difíciles de entender, pero con un símil sencillo son comprensibles.
Los estomas son unas pequeñas células distribuidas en las partes verdes de la planta y cuya función fisiológica es similar a una ventana: se abren y cierran para permitir el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, pero también son los encargados de la transpiración vegetal. Es decir, el agua que 'suda' la planta.
Sin embargo, en situaciones de estrés hídrico, los estomas se cierran para evitar esa transpiración, lo cual también lastra el correcto desarrollo de la planta. Sin embargo, la aplicación del HB serviría para tener un mayor control estomático de la planta, permitiendo aliviar así las causas de la sequía.
No obstante, no es la única ventaja que se ha apreciado al utilizar el compuesto HB. También se ha comprobado que puede ejercer una acción antibacteriana contra el Pseudomonas syringae, especialmente cruenta en situaciones de frío y humedad. Además, no se trataría solo de beneficios para el tomate. Otros tipos de cultivo como el de la patata, se verían también mejorados con el uso del compuesto HB para tratar el conocido como mildiu —a veces nombrado tizón tardío— y que no es otra cosa que el parásito Phytophthora infestans, al que este tipo de compuestos también ayudaría a plantar cara.
Entre todas estas ventajas, parte de los usos del HB, aparte del uso como antibacteriano o antiparasitario, los equipos de investigación que lo han desarrollado consideran en la publicación Horticulture Research que la aplicación del compuesto HB, debido a la realidad que se asocia al cierre estomático, podría controlar mejor los tiempos de sincronización de la floración, así como su inducción o cuajado. Todo esto podría manejar mucho mejor los ciclos de la planta, haciéndola más resistente a determinadas condiciones climatológicas y permitiendo elegir el momento propicio para que sea más productiva.
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