Ese pollo asado tan suculento que ves en televisión esconde un secreto: un tampón empapado

Que la comida de los anuncios no se parece nada a la realidad no debería ser una sorpresa para nadie a estas alturas. Son muchos los trucos a los que se recurre tanto en fotografía como vídeo para hacer destacar platos y productos, incluso en programas como concursos y magazines donde nos hacen creer que devorarán lo que han preparado. Pero algunos platos esconden recursos que nos lo harían pensar dos veces antes de hincarles el diente.

Y no son tan sofisticados como podríamos pensar a día de hoy, cuando los avances tecnológicos como la impresión 3D, los efectos de postproducción o las imágenes con inteligencia artificial están a la orden del día. Algunos trucos son tan rudimentarios como usar un tampón y agua hirviendo.

Con el llamativo titular de 'What is Tampon Chicken?' ('¿Qué es el pollo al tampón?') compartía en Instagram Georgina Hayden un truco secreto que todavía se utiliza en el mundo de la publicidad y la producción audiovisual, gastronómica o no, cuando se necesita que un pollo asado luzca muy apetitoso. No hablamos solo de darle brillo y jugosidad con barnices o aceites sintéticos, sino de que, literalmente, humee como recién hecho.

La autora y divulgadora culinaria de origen griego hace una aclaración preventiva ya en el titular de su publicación, temiéndose las críticas negativas por desperdiciar un hermoso pollo entero. “¡No estoy sugiriendo a nadie que haga esto en casa!” Y aclara que su intención es simplemente compartir algunas curiosidades y trucos interesantes que se emplean en el estilismo culinario.

Y este truco ofrece una solución simple y barata a la necesidad de mostrar un pollo al horno, o cualquier otro ave asada o cocinada a la brasa o vapor: introducirle un tampón de higiene femenina en el orificio trasero por donde solemos colocar el relleno.

Para ello, primero corta uno o dos tampones en varios trozos, colocándolos en un cuenco sobre el que echa agua muy caliente de un hervidor. Lo calienta un poco más en el microondas hasta que sale vapor y, con unas pinzas, va introduciendo todas las piezas que puede dentro del pobre pollo. Et voilà! Pollo asado humeante como recién salido del horno.

Hayden comenta que, “lamentablemente”, en los rodajes de televisión y cine se desperdicia mucha comida, y es algo que siempre le ha molestado particularmente, por lo que ya no participa en ese tipo de trabajos. Es un recurso común no solo para rodar anuncios, también para la filmación de películas o series de ficción, o para cualquier programa televisivo donde se necesite un pollo asado como atrezzo. Los rodajes son largos y repetitivos, y el pollo asado aguanta como recién hecho hasta un cierto límite.

La autora además puntualiza que para esta demostración ha usado tampones orgánicos y que después los ha retirado para trinchar y trocear el ave en su casa y comerlo sin problemas. Nada de tirar comida.