Nos gusta creer que las tradiciones son sagradas y que se mantienen inmutables año tras año, pero está en su propia naturaleza evolucionar con el paso del tiempo. Hoy se suele criticar cómo nos influyen otros países, pero en el fondo cada lugar mantiene unas costumbres que dan a las Pascuas ese carácter a la vez universal y diferente. Las mesas de Nochebuena y Navidad lucen muy distintas según el rincón del mundo donde se celebre.
Hace tiempo ya nos acercamos a las dulces tradiciones de Adviento y mi compañera Mª José nos guió recorriendo algunos de los usos y costumbres de estas fiestas. Hoy os proponemos un nuevo viaje virtual para curiosear un poco en las cocinas de otros países y así conocer qué platos van a disfrutar en estas fechas señaladas.
Francia
Un país tan extenso como Francia, con zonas culturales tan diferenciadas, presenta también variedad de tradiciones culinarias -recibiendo la influencia de países vecinos, como la huella germana de Alsacia-. Algunas familias hacen una cena más íntima en Nochebuena y dedican el día de Navidad a abrir regalos y alargar la comida hasta la tarde y la cena, mientras que otros muchos siguen dedicando más atención al menú del 24.
La réveillon de Noël va emparejada a la celebración de la Misa del Gallo. Después de asistir a la misma, se procede a la cena de “despertar”, un gran menú más o menos lujoso y sobre todo copioso. Platos típicos navideños de hoy en día son los que todos podríamos asociar a un menú de alto copete, como el foie, los quesos, las ostras, el salmón ahumado, el caviar, vieiras y otros mariscos; en otras zonas sin embargo tiene más protagonismo la carne.
Los grandes platos de ave vuelven a ser aquí tradicionales, como el pavo, el ganso, la pularda o el pato. Pero si hay una ceremonia gastronómica navideña que destaca en Francia es la que se prepara en el sur, en la Provenza: el Gros Souper et les treize desserts. Siete platos “magros” simbolizando las heridas de Cristo acompañados de trece postres en representación de la Última Cena con los doce apóstoles. Todo un festín.
Italia
Aunque los tiempos cambian y la cultura gastronómica puede variar mucho de una región a otra del país, en general en Italia se mantiene la importancia religiosa de la Navidad. La Nochebuena es un día de ayuno, de vigilia antes del día de Navidad, y la cena -il Cenone- se convierte en muchos lugares en un festín de celebración incluso con mayor significado que el menú del día 25.
En muchas regiones, sobre todo en el sur, se sirve mayoritariamente pescado y marisco, como gambas y langostinos, pulpo, langosta a la parrilla, mejillones o platos de pasta marineros, como los spaguetti alle vongole. En Navidad es común asar o guisar carne o compartir un gran plato de pasta al horno, según la receta familiar. En la Toscana es muy tradicional el jabalí, el capón y el solomillo de cerdo al horno, acompañado de verduras como alcachofas y cardo en diferentes formas.
Y tampoco pueden faltar los dulces típicos, más allá del Panettone y el Pandoro, como il tronco di Natale o tronco de chocolate. Cada región tiene sus propias especialidades además de las comunes a todo el país, con galletas o biscotti de todo tipo, masas fritas, fruta confitada, torroni, cavallucci, panforte, ricciarelli, caramelos, pasteles, chocolates y mucho más.
Portugal
Nuestros otros vecinos también mantienen en gran medida el significado religioso de las fiestas, por eso la Nochebuena tiene una gran importancia familiar. También los portugueses celebran la Misa del Gallo y aún es frecuente que se practique el ayuno, o al menos de forma simbólica dejando la carne a un lado. Nada grave en un país donde el bacalao, el pulpo y otros pescados y mariscos son un manjar.
Lo más típico es festejar la Consoada tras la misa, el “consuelo” después de la penitencia. Una cena festiva que todavía deja los productos de la carne para el día siguiente. Tradicionalmente en los pueblos se realizaba la matanza unos días o semanas antes, dedicando el consumo de los embutidos y demás para la comida o cena del día 25. Aunque el bacalao sigue siendo el rey, también se encuentran platos de cabrito, cordero o asados de ave.
Son muy típicos los bocados y dulces fritos, como las azevias, los coscorões, los filhoses o las “rebanadas”, muy similares a nuestras torrijas. Portugal es un país con un extenso recetario de dulces tradicionales que siguen recetas familiares y no faltan en las mesas durante las fiestas.
Centroeuropa
En países como Alemania o Suiza, donde conviven cantones y familias católicas con protestantes, puede variar la importancia que se da a la Nochebuena y al día de Navidad. Muchas familias católicas siguen poniendo el árbol el mismo 24 y esa noche se abren los regalos, por lo que la cena suele ser íntima, familiar y sencilla, fría o sin platos complicados. Hay muchos juguetes que probar y después acudir la Misa del Gallo.
El Día de Navidad es la comida la que reúne a la familia alrededor de la mesa. Los protestantes celebran su misa principal esa mañana y después se preparan para el banquete, que antiguamente podía ser más o menos lujosa si la economía doméstica se lo podía permitir. Las aves asadas siguen siendo las reinas de la función, especialmente si la familia es muy numerosa, pues un buen pavo ofrece muchas sobras para reaprovechar los días siguientes.
Alemania, al ser un país muy grande con regiones diversas, presenta también tradiciones diferentes según la zona. Muchas familias también optan por platos fríos y sencillos en Nochebuena, entre los que no faltan la ensalada de patatas o Kartoffelsalat y salchichas, que suelen gustar mucho a los niños. Los que aún respetan cierto ayuno suelen optar por cenas frugales como una sopa o crema de verduras.
Puesto que hoy en día se permiten más lujos, muchas casas optan por preparar un gran asado especial como centro del festín, especialmente el día de Navidad. Pavo, ganso o pato son aves muy apreciadas, pero también el cordero, el conejo y el venado de caza. Las guarniciones de verduras varían según la zona, con las coles como opciones predilectas, y también es muy apreciado el pescado de río en ciertas regiones.
Precisamente la carpa frita es un plato esencial de los menús navideños de la República Checa. Antiguamente se practicaba ayuno hasta la misma cena del día 25, y el pescado se convirtió en la estrella de las fiestas, siguiendo con los cánones religiosos que procuran evitar la carne. Hoy en día es tradicional comenzar con una sopa de pescado y continuar con carpa rebozada y frita, junto con ensaladas y guarniciones de patatas o verduras locales.
Países escandinavos
En Finlandia también celebran la Nochebuena como el inicio de la Navidad dedicando una cena familiar especial. Es costumbre reunirse en el hogar después de llevar velas al cementerio, y quizá tomar una sauna. El almuerzo es ligero, en ocasiones a base del típico pudding o arroz con leche y compota de frutas, a medio camino entre comida y postre.
Por la tarde -o ya noche- temprano las familias celebran una cena completa y se intercambian los regalos. No suelen faltar los platos de pescado, con salmón, arenque y gravlax como opciones preferidas, acompañados de cazuelas y gratinados de verduras invernales. El jamón de Navidad tiene también muchos adeptos, y en cada familia preparan sus ensaladas favoritas.
También los suecos tan mucha importancia a la Nochebuena o Julafton, con una cena familiar alrededor de la Julbord o mesa de Navidad, con muchos aperitivos y entrantes, patés, encurtidos, fermentados, salazones y conservas de pescado, ensaladas, platos calientes -como el imprescindible Julskinka o jamón*-, verduras, salchichas... y postres que pueden variar desde pudding de arroz hasta pasteles de chocolate o tartas de fruta con abundantes especias.
Reino Unido
Los británicos dedican el gran festín al día 25, reservando la Nochebuena para ultimar preparativos, rellenar calcetines, cantar villancicos y cenar pronto en familia para irse a la cama pronto. Al día siguiente se abren los regalos y se prepara el menú tradicional, que puede seguir costumbres familiares o innovar un poco con platos más internacionales.
Lo típico, eso sí, vuelve a ser el pavo asado. Otras opciones muy populares son el ganso, solomillo o lomo de cerdo o costillar de ternera, entre otros. No falta el stuffing, salsa o gravy, patatas asadas y coles de bruselas, además de alguna ensalada o más guarniciones de verduras. En definitiva, recuerda mucho al menú estadounidense de Acción de Gracias.
En cuanto al postre, es muy tradicional el Christmas pudding bien borracho y cargado de frutas, que se flambea antes de servir y tiene tantos amantes como detractores. En su lugar se puede servir un Christmas cake -siempre con muchas frutas, normalmente adornado con mazapán- y pequeños bocados como las mince pies y galletas.
Estados Unidos
Todos recordamos las típicas películas navideñas y muchos capítulos festivos de nuestras series favoritas, pero hay que recordar que en Estados Unidos tiene mucha más importancia Acción de Gracias. Al menos en cuanto a significado, pues está claro que a los americanos les chifla todo lo que tiene que ver con los iconos navideños.
Al igual que en Reino Unido, los estadounidenses suelen dedicar el gran festín al día 25, reservando la Nochebuena para pequeñas tradiciones familiares. Los regalos normalmente se abren en la mañana de Navidad, especialmente cuando hay niños pequeños en casa, aunque es un hábito que tiende a cambiar entre los adultos.
Hoy en día el menú de Navidad puede presentar infinitas variaciones aunque el pavo suele volver a ser la opción preferida. Como alternativa son populares el jamón asado, roast beef o alguna otra ave al horno, siempre acompañada de salsas, guarniciones de verduras, patatas o boniatos, y ensaladas. Muchas regiones y familias tienen sus propias recetas tradicionales, particularmente a la hora del postre o los dulces.
Naturalmente, las tradiciones se mezclan y difieren cuando entran en juego culturas asentadas por poblaciones indígenas e inmigrantes, empezando por las navidades italo-americanas -y su festín de los siete platos de pescado- o la influencia india, latina o criolla. Sin olvidar que los judíos celebran sus propias fiestas con Hanukkah.
Japón
Obviamente, en Japón no existe la Navidad que tenemos en los países occidentales, pero ya hemos comentado que las costumbres cambian y se influyen mutuamente. La apertura cultural al mundo de Japón introdujo muchos elementos nuevos a un país que en pocas décadas supo crear sus propias nuevas tradiciones.
Aquí, y en otros países asiáticos, las navidades se despojan de su sentido religioso para abrazar el lado más pagano y, digamos, de cultura pop internacional que tienen las fiestas. Japón también se llena de luces, árboles decorados, papás noeles y demás parafernalia, pero adquiere un significado algo distinto.
La Nochebuena se ha convertido en un día para celebrar en pareja, una especie de fiesta de enamorados que muchos aprovechan para salir a cenar en un ambiente romántico. Los restaurantes y locales de ocio se preparan para la ocasión y hasta se percibe como cierto fracaso no tener pareja esa noche -o eso nos enseña el manga y el anime-.
Otra “tradición” curiosa es la de salir a cenar o comer a un Kentucky Fried Chicken en familia por Nochebuena. Parece que la costumbre comenzó en la década de 1970, cuando los extranjeros occidentales solo encontraban en esta cadena de comida rápida algo parecido a la comida navideña de su hogar -el típico pollo-. Hoy en día la franquicia prepara menús especiales navideños para estas fechas.
Y como no puede faltar la guinda dulce, también en Japón tienen un postre especial para las fiestas. El llamado Christmas cake consiste en una tarta o pastel de nata y fresas, que puede llevar más o menos decoración festiva según el presupuesto. Un dulce muy occidental que sin embargo solo los japoneses asocian con la Navidad, ya que se toma por costumbre el día 25.
Latinoamérica
Las navidades en los países latinoamericanos combinan la herencia católica, las tradiciones locales y la influencia cultural de otros países, como España, Portugal o Italia. En general son fiestas familiares donde se mantiene la importancia religiosa, con la Nochebuena y la Misa de Gallo como ocasiones muy señaladas. Habitualmente se hacen grandes reuniones familiares para compartir diversos platos.
En Perú, por ejemplo, lo habitual es celebrar un enorme festín a medianoche después de practicar cierto ayuno el resto del día, dejando el 25 con pocas ganas de cocinar o comer mucho más, aprovechando las sobras. Aunque por cuestiones prácticas otras familias optan por hacer una cena informal temprana en Nochebuena, sirviendo chocolate y dulces -con el típico panetón al estilo italiano-, dejando la gran fiesta para Navidad.
Vuelven a tener presencia destacada la carne de ave, con el pavo siempre protagonista, pero también es habitual encontrar otros asados, como el cerdo o el típico jamón glaseado. En Costa Rica es muy típica la pierna de cerdo asada y también los tamales ticos, sin olvidar los platos con arroz, a veces marineros, picadillos o ensaladas.
Al mantenerse el valor familiar de las fiestas en muchos países se reúnen para compartir recetas tradicionales locales, con recetas de las que pasan de generación en generación. Por ejemplo, los nacatamales de Nicaragua y Honduras, arepas colombianas, hallacas venezolanas, empanadas chilenas o parrilladas y asados de carne, tan típicos en Argentina o Brasil. Y el festín goloso tampoco se queda atrás, con multitud de especialidades locales entre las que no faltan pudines, bollos, dulces de frutas y elaboraciones de influencia europea como mantecados o turrones.
En Bolivia es típica la picana de Nochebuena, una especie de guiso caldoso con carnes, verduras y frutas secas; el congrí de arroz y frijoles suele ser habitual en las mesas cubanas junto al cerdo asado o los cuchifritos; los mexicanos no perdonan una buena ensalada navideña; y en Venezuela no falta el tradicional pan de jamón el día de Navidad.
Recordemos que los países del hemisferio sur celebran las fiestas dando la bienvenida al verano y que en otros se disfruta de un clima muy cálido, por tanto son más apreciados los banquetes al aire libre y los platos más frescos. En la República Dominicana, por ejemplo, es típico el puerco de puya, cerdo asado empalado al estilo tradicional. La cocina criolla recupera recetas como los pastelones de papa y plátano o los arroces con gandules.
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