En toda comida o cena que se precie no puede faltar un postre que sea la guinda que culmine el recorrido gastronómico de nuestro paladar, personalmente, sobre todo en las ocasiones (quizá demasiadas) en que convertimos la comida en un homenaje, disfrutamos de un postre que nos deje muy buen sabor de boca, si no, es como si faltara algo.
Esto viene al caso por un artículo que encontramos en ElDía.es, en el que el gran pastelero francés Michel Willaume afirma que en España no se le da al postre la importancia que se merece, y más que al postre, a la repostería. Willaume no sólo se refiere a los clientes de los restaurantes, afirma que muchos son los restauradores que no ofrecen postres a la altura del resto de platos.
Algo de razón tiene, pues lo primero que miramos en la carta de postres que nos ofrecen en los restaurantes, es que el éste sea casero y tentador, después la calidad es otro cantar, pero son muchos los postres preparados que intervienen en las cartas de los establecimientos.
Lo que no menciona es que pueden ser los precios de la repostería de calidad lo que tire para atrás a algunos comensales y como consecuencia a los restauradores, que se tienen que terminar comiendo ellos sus dulces tentaciones.
También hay que pensar que generalmente, a medida que nos caen años encima, los dulces gustan menos (a ver cuando nos pasa a nosotros). Los españoles somos de buen comer, de eso no hay duda, pero ¿por qué crees que el tercer plato no está tan arraigado en nuestra cultura? ¿o difieres de las declaraciones del repostero francés?.
Vía | El Día En Directo al Paladar | Michel Willaume, campeón mundial de pastelería, visita Huesca