Si estas cansado de que el aceite salpique por toda la cocina cuando preparas huevos fritos, hay una solución. Más bien un truco sencillo que puedes utilizar para disfrutar de unos huevos deliciosos sin preocuparte por las salpicaduras. Este recurso es utilizado por chefs, cocineros y hasta por las abuelas. Es ideal para mantener la cocina impecable.
El truco es añadir sal o harina al aceite caliente justo antes de romper el huevo en la sartén. Ambos ingredientes absorben la humedad del huevo, evitando que el aceite salpique al entrar en contacto con él.
Ahora bien, si te estas preguntando, por qué funciona este truco, se debe a que la sal ayuda a estabilizar la temperatura del aceite y absorbe la humedad del huevo, reduciendo la evaporación y las salpicaduras. Mientras que la harina crea una barrera entre el huevo y el aceite caliente, disminuyendo la intensidad de las salpicaduras.
Otros consejos adicionales a tener en cuenta a la hora de preparar un huevo frito es calentar bien la sartén antes de añadir el aceite. Esto ayuda a que el huevo se cocine más rápido y de manera uniforme, reduciendo el tiempo de contacto con el aceite caliente. Sobre la cantidad de aceite, si bien no es necesario llenar la sartén de aceite, es importante que cubra el fondo. Una cantidad adecuada de aceite evita que el huevo se pegue y facilita la formación de burbujas.
El tiempo de cocción del huevo frito dependerá si te gusta la yema muy liquida (2 a 3 minutos), ligeramente cuajada (3 a 4 minutos) o completamente cuajada (4 a 5 minutos). Ahora si, con tu huevo frito cocido a la perfección, lo puedes acompañar con una gran variedad de ingredientes desde patatas o pan con tomate hasta verduras en papillote. Mismo, un huevo frito es una parte integral de los huevos rotos con patatas y jamón, o el arroz a la cubana.
Imagen | Foto 1: azerbaijan_stockers
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