Hoy quiero enseñaros cómo podéis hacer en casa un aceite de humo perfecto para aromatizar vuestras recetas de carnes y pescados a la plancha, consiguiendo que parezca que las acabáis de cocinar en la brasa.
Podéis aromatizar cualquier aceite, procurando que no sea de una variedad muy potente para que no haya conflicto entre los aromas. Yo lo he preparado con un oliva virgen extra de la variedad hojiblanca y me ha quedado estupendo, pero podéis usar girasol, o cualquier otro aceite de uso doméstico.
Hemos hecho esta receta tras ver los consejos de elaboración en el libro Entre Humo, de Juan Manuel Benayas, que contiene muchas técnicas culinarias para utilizar los distintos procesos de ahumado, que nos ha gustado mucho ya que es muy práctico.
Para aromatizar un aceite, vamos a usar la técnica de ahumado en frío, utilizando virutas de madera que al quemarse difundirán su aroma. En este caso hemos usado virutas de barril de vino, consiguiendo un humo bastante intenso. También podéis usar pastillas de ahumado en frío.
Para el proceso podéis utilizar una cacerola baja, poniendo después encima un plato con agujeros para que salga el humo o utilizar un ahumador como el que yo he utilizado. Una vez empieza a salir el humo por los orificios, metemos una fuente amplia y baja llena de aceite en el ahumador y procedemos a taparlo para que no se escape el humo.
Dejamos que el aceite se ahúme durante unos 20 minutos, sin destapar para que el humo se concentre bajo la tapa. Después, procedemos a abrir y remover el aceite, probando entonces si ya tiene suficiente aroma de humo. En caso de que no haya tomado demasiado aroma, repetimos la operación, pero normalmente con 15 a 20 minutos será más que suficiente.
Después, basta con guardar el aceite aromatizado con humo en un frasco hermético y utilizarlo en ensaladas, canapés y aperitivos, o para barnizar platos de carne dándoles ese toque especial de cocina a la brasa.
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Entre humo (Técnicas culinarias)
En qué recetas puedes utilizar el aceite de humo
Para utilizar tu aceite de humo y dar un toque de brasa a tus recetas, basta que te acuerdes de utilizarlo para barnizar el ingrediente al que quieres dar un sabor especial, una vez cocinado. Por ejemplo con un entrecot a la piedra cocinado en el horno parecerá que lo acabas de sacar de la barbacoa. También os recomendamos probarlo con pulpo, untando la pata tras cocerla y pasándola por la plancha. ¡Inolvidable!
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