El truco de Joël Robuchon para que no se pegue la leche o la bechamel al cazo

A quien se le haya pegado alguna vez la leche al calentarla en un cazo sabe el incordio supremo que supone. No solo te fastidia la preparación en sí, pues toda desechar el contenido y volver a empezar, también es una faena a la hora de limpiar ese fondo, sobre todo cuando se quema y se agarra como una lapa. Pero hay un truco sencillísimo que puede evitarlo fácilmente

El método viene firmado por uno de los chefs más reconocidos a nivel internacional, cuyo apellido ha dejado un legado imprescindible en la cocina contemporánea. Y, si hablamos de preparaciones lácteas como la salsa bechamel, no podía ser de otro país que Francia, el ya mítico Joël Robuchon.

Robuchon, fallecido en 2018, dejó una trayectoria admirable de toda una vida dedicada a la cocina, cuyo legado continúa su hijo, y que ya ha pasado a la historia con sus numerosos restaurantes, libros publicados y el récord de lograr 32 estrellas Michelin, hasta ahora sin superar.

Precisamente en uno de sus libros imprescindibles, su manual de cocina más completo, nos deja un pequeño truco muy efectivo para que ni la leche ni cualquier preparación láctea se pegue al fondo del cazo o del utensilio donde la estemos calentando. Lo comparte por ejemplo la cocinera, historiadora y divulgadora Rosa Tovar, traductora precisamente de dicho libro.

No hay más que mojar echando agua fría al cazo que vayamos a usar, escurriéndolo bien pero sin secarlo, para que se quede ligeramente húmedo. A continuación ya podemos echar la mantequilla, si vamos a hacer una bechamel, la leche o la nata, según la preparación. Siempre que no nos pasemos de temperatura y se nos olvide remover la elaboración correctamente durante la cocción, no debería pegarse.

Es uno de esos trucos básicos de toda la vida que incluso los chefs profesionales aplican en su día a día, porque sigue siendo efectivo. Nos será muy útil también para elaboraciones dulces como unas natillas, crema pastelera o un arroz con leche.