Para que una ensalada sea realmente apetecible y disfrutona ya sabemos que hay que dar con la conjunción acertada de ingredientes, invertir en buena materia prima y lograr el equilibrio de texturas. Seguro que ya tienes dominadas tus recetas de ensaladas favoritas, pero puedes elevarlas de categoría con un truco la mar de simple.
La idea no es otra que prestar atención al recipiente donde se prepara y se sirve la ensalada, la típica fuente o gran bol que llevamos a la mesa para que todos los comensales se sirvan en sus platos. Porque sí, también la vajilla se puede aderezar y sazonar.
Lo único que hay que hacer es cortar un diente de ajo bien fresco y aromático, pelado, por la mitad, y frotar todo el interior de la ensaladera o fuente con él, para que se impregne con su aroma y parte de los jugos que soltará; eso sí, con suavidad, no se trata de espachurrar el ajo y desmenuzarlo por todo el recipiente.
Inmediatamente después hay que añadir la base principal de la ensalada en cuestión, nuestra lechuga preferida, verdura de hoja (espinacas, kale, canónigos, rúcula...) o mezcla, aliñarla con buen aceite de oliva virgen extra, y mezclar con suavidad. Ya tenemos los cimientos para añadir el resto de ingredientes, incluso podríamos servir la ensalada verde sin más que un poco de vinagre, sal, pimienta y ralladura de limón.
Es una forma rápida y eficaz de obtener una ensalada más sabrosa sin complicarnos la vida con vinagretas o salsas aparte, preparando la fórmula más sencilla directamente en la fuente y sin preocuparnos por obtener un sabor a ajo excesivamente potente que pueda sentarnos mal o repetir en digestiones más delicadas.
Además de ajo podemos aplicar el mismo truco a otros productos aromáticos como jengibre fresco, hojas de albahaca desgarradas, limón cortado, corteza sobrante de parmesano, media cebolla, etc., o una mezcla de varios.
Este truco parece funcionar tanto en fuentes de madera como ensaladeras de vidrio, cerámica o incluso metálicas, y para asegurarnos de que no le quedarán rastros de olor a ajo, normalmente será suficiente con dejar el recipiente a remojo con agua tibia y detergente lavavajillas. Si aún persistiera el aroma, podemos remojar y frotar con agua, vinagre y bicarbonato.
MIKASA Creative Tops Drift ensaladera, Off/Color Blanco
Fotos | Unsplash - Marco Verch
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