Las cocinas pequeñas son una desventaja en la mayoría de los casos: la falta de espacio para cocinar y para almacenar los accesorios es su mayor inconveniente, pero en ellas no está todo perdido.
Como es un modelo que cada vez abunda más en los hogares de las grandes ciudades, el diseño industrial ha hecho todo lo imposible para desarrollar soluciones a medida que satisfagan a este tipo de cocineros domésticos.
Este es el caso de una placa de cocina que destaca no por sus reducidas dimensiones, sino por ser prácticamente un dos en uno: ya que incorpora una doble funcionalidad.
En concreto, se trata de una placa que tiene integrada la extracción en el centro y que consigue aspirar los humos que salen de las sartenes y ollas, en este caso en sentido descendente.
Ideal cocinas abiertas
Esta extracción es especialmente útil en cocinas que están, además, abiertas al salón porque son cocinas americanas. Eliminar los malos olores (y también los de la comida, aunque no sean malos) es una excelente opción para hacer más convivencial este tipo de cocinas.
Además, el hecho de disponer de la extracción en la misma placa permite evitar tener una enorme campana sobre los fogones y dedicar ese espacio a zona de almacenamiento, ganando zonas para la vida cotidiana.
Una de las marcas que cuenta con este tipo de placas es Balay, con su placa de inducción con extractor integrado, sin marco y de acero inoxidable.
No obstante, un factor limitante en este caso es el del precio, que roza los 1.800 euros, un precio nada asequible para el consumidor medio que es el que tiene este tipo de problemas.
Ahora bien, son muchos los usuarios que valoran positivamente esta placa, especialmente entre quienes cuentan con cocinas abiertas al salón. Destacan su estética y practicidad, así como, claro está, la funcionalidad de los fogones.
Foto | Freepik y Balay
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