Los microondas, como las airfyers, son electrodomésticos de envergadura difíciles de emplazar en el encimeras abarrotadas, de modo que es una pesadilla encontrarles un lugar.
Lo habitual es situarlos en cualquier rincón de la cocina o, en el mejor de los casos, colocar una estantería intermedia para ponerlos en modo Aladino, volando sobre esta medio de la pared.
Sin embargo, hay que saber que no todo vale en cuanto a emplazamientos posibles, pues este no es un electrodoméstico más, sino que tiene sus propios riesgos por el funcionamiento del mismo.
No al lado de los grandes
De hecho, hay unos cuantos lugares que deberían evitarse en cuanto a su emplazamiento: el primero de ellos, cerca de electrodomésticos grandes. Esto es así porque estos pueden interferir en su funcionamiento y afectar a la vida útil del microondas.
Dispositivos electrónicos
Los dispositivos electrónicos como ordenadores, tabletas, televisores y equipos de música pueden interferir también en el funcionamiento del microondas por las ondas electromagnéticas generadas.
Bajo armarios
Debajo de los armarios y estanterías bajitas no es buena idea colocar un microondas. Este necesita suficiente ventilación en sus partes posterior y trasera, y atarlos de tan cerca puede dificultar su funcionamiento y hacer que se sobrecaliente.
Zonas húmedas
Aunque sabemos que la cocina es una zona de humedad por necesidad, situar el microondas cerca de las zonas de lavado o donde se encharca agua no es buena opción porque la humedad puede afectar a sus circuitos.
Sobre los fogones
La humedad en forma de vapor tampoco es una buena idea para este sensible electrodoméstico: situarlo sobre los fogones o muy cerca de donde se desprenden los vapores es una mala apuesta.
Foto | Alex Tyson